Jota Mateo | Llega otra cita importante dentro del balonmano femenino internacional y vuelve a estar de moda la marca Guerreras, una marca que ha convivido con los mayores éxitos jamás cosechados por el balonmano femenino nacional, obteniendo su mayor hito con el bronce en los pasados Juegos Olímpicos.
Había muchas voces que invitaban al pesimismo y lo argumentaban diciendo que los últimos resultados no habían sido muy halagüeños y que se habían retirado jugadoras importantes. Cierto, pero no del todo. Se olvidaban de algo tan básico como todo aquello que representa la marca que tan bien promocionada ha estado por la RFEBM.
La marca Guerreras no es solo eso, una marca. Hay mucho más. Define a la perfección a un grupo de mujeres que, bajo el escudo de España, derrocha entrega, lucha, garra y calidad a espuertas y que, cuanto mayor sea el reto que tengan ante sí, mayores son sus prestaciones.
Son solo dos partidos los disputados en este Europeo pero ya han servido para poner de manifiesto que este bloque sigue mostrándose guerrero. Tras imponerse de manera contundente a Polonia en el complicado debut del campeonato, ayer ratificaron sus intenciones venciendo a la siempre correosa Rusia en un partido apretado y que requirió de los buenos y abundantes argumentos que atesora el bloque que dirige Jorge Dueñas. Queda un partido, ante la poderosa y anfitriona Hungría, pero llegarán a la cita con el billete para la Main Round bajo el brazo. Será un choque para ver quién de los dos accede a la siguiente ronda como primera de grupo.
Por ello, por si alguien lo dudaba y para aquellos que se mostraban reticentes con las prestaciones de la Selección, las chicas se muestras más Guerreras que nunca y vuelven a reclamar la atención y trato mediático que merecen, tras ganárselo, como siempre, dentro del 40×20 a base de resultados.