23 de Septiembre de 2014. Aquel día, los aficionados que acudieron al Commerzbank-Arena para ver un duelo de la 5ª jornada de la 1.Bundesliga entre Eintracht Frankfurt y Mainz 05 enmudecieron. Sobre todo, los locales. En el descuento, después de haber remontado las Águilas un 0-2 en contra y haber empatado el partido, el guardameta titular indiscutible de la plantilla de Thomas Schaaf y uno de los más prometedores del país, Kevin Trapp, se lesiona y tiene que ser sustituido por Felix Wiedwald. Casualmente, Wiedwald era un conocido de Schaaf, ya que era canterano del Werder Bremen durante el período de Schaaf como entrenador. Hasta le hizo debutar con el primer equipo en una ocasión.
Trapp era la esperanza que había puesto el Eintracht Frankfurt para volver a jugar a Europa, después de lo que ocurrió el año en el que regresaron a la máxima categoría. Sin embargo, los pronósticos eran claros y Trapp no volvería a jugar hasta 2015, lo que hizo que en Frankfurt se buscara otro portero para acompañar a Wiedwald. El elegido fue Timo Hildebrand, un guardameta veterano que recibía cariño y odio a partes iguales de los aficionados, debido a algunas actuaciones suyas de muy bajo nivel, sobre todo en España y Portugal, defendiendo los colores de Valencia y Sporting Club Portugal.
Con Hildebrand recién llegado para ser el suplente de Wiedwald y Trapp con un tiempo largo de recuperación, el Eintracht fue avanzando en la temporada, de manera irregular, sumando, en ocasiones, cinco derrotas consecutivas (cuatro de Bundesliga y una de Copa) o como hace unas semanas, tres triunfos seguidos. Thomas Schaaf se vio obligado a cambiar en las últimas jornadas, otra vez, la portería. Wiedwald enfermó y su puesto lo ocupó el veterano, siendo Yannick Zummack, natural de Frankfurt, el suplente.
Cuando vuelva Trapp, ¿quedará condenado al ostracismo Hildebrand? Lo que es seguro es que su contrato acaba en Junio de 2015, por lo que abandonará el club casi por la puerta de atrás, justo cuando llegó para ser un parche en una plantilla que tenía las cosas bien claras. Pero no siempre ha sido así. La portería del Eintracht Frankfurt ha tenido en las últimas décadas dos nombres propios. Uno, Uli Stein, sumó más de 600 partidos defendiendo la portería de Arminia Bielefeld, Hamburgo SV y Eintracht Frankfurt, siendo éste último en el que más partidos disputó en liga, unos 224. La carrera de Stein duró 21 años, a nivel profesional. El otro y más reciente fue el germano-macedonio Oka Nikolov. El guardameta de 40 años y nacido en Erbach in Odenwald, Alemania, jugó este último año en el Fort Lauderdale Strikers, equipo norteamericano del que Ronaldo Nazario da Lima es uno de sus propietarios, pero ya se retiró. Nikolov fue guardameta del Eintracht durante 18 temporadas. Nikolov estaba en la cantera durante los últimos años de Stein y en su estreno como jugador del primer equipo era suplente de otro gran portero de la historia del fútbol alemán, el campeón del mundo en Italia 90 y de Europa en Inglaterra 1996, Andreas Köpke, suplente en el 1º y titular en el 2º, siendo uno de los jugadores más destacados de aquel campeonato continental. A partir de la salida de Köpke rumbo al Olympique de Marsella, el camino para Oka Nikolov estaba libre para ser el indiscutible guardameta titular de las Águilas.
Ahora es diferente. El club ha contado con dos guardametas para sustituir a uno. La sombra de Trapp es alargada, como la de sus predecesores. Quedan pocas semanas para ver al portero de Merzig otra vez dentro de los terrenos de juego. ¿En la selección? Eso es más complicado, pero hay algunos que le han tomado la delantera. Lo que sí está claro es que al principio de esta temporada en el Commerzbank-Arena pasaron de tener un seguro bajo los palos a improvisar y no se habían visto en esas durante muchos años.