El año pasado Éder daba la victoria a Portugal contra Francia y ganaba la Eurocopa por primera vez en su historia. El gol de la victoria lo marcaba un jugador que, en su momento, pudo ser seleccionado por Guinea-Bissau. El país vecino cuenta con una gran historia y gran cantidad de colonias en África, lo que provocó que muchos de los jugadores de la actual selección de Portugal tengan raíces de varias de las colonias de su país, como es el caso de Cabo Verde o Angola.
Angola es un país ubicado al sur de África, con una población de 24 millones de habitantes. Consiguió la independencia de Portugal en 1975 por lo que su idioma oficial es el portugués. La selección angoleña ha tenido una participación modesta en las competiciones internacionales. También conocidos como Las palancas negras, han disputado la Copa África en dos ocasiones, logrando un subcampeonato, y un Mundial, el de Alemania 2006, donde dejaron buena imagen, empatando contra México e Irán.
El mejor once de la selección dirigida por Roberto Bianchi, basándonos en los datos del portal Transfermarkt, está valorado en 6,98 millones. En ese equipo solo un jugador supera el millón de euros: el defensa de la Lazio italiana, Bastos, con cuatro millones. El resto son jugadores de menor nivel, lo que provoca que el combinado nacional sea de los más débiles del continente africano.
Hace unos días os explicaba cómo podría haber sido la selección de Cabo Verde, otra colonia portuguesa. Jugadores como Renato Sanches, Nani o Nelson Semedo podrían jugar por el país africano. El caso de Angola es similar.
Blaise Matuidi, centrocampista del PSG, es de padre angoleño y madre franco-angoleña. Jonás Ramalho o Danny da Costa son hijos de padre angoleño, mientras que William Carvalho, internacional por Portugal, o Hélder Costa, jugador del Wolverhampton, nacieron en la capital de Angola, Luanda. Son varios los jugadores que están jugando en las grandes ligas europeas y que podrían jugar en la selección de Beto Bianchi.
De esta forma el once inicial de Angola cambiaría drásticamente. El mejor once estaría valorado, nada más y nada menos, que en 83.8 millones. Un equipo compensado, con velocidad arriba, físico en el mediocampo, laterales incisivos en ataque y una defensa férrea. Con este equipo, podría luchar por metas mucho mayores ya que supera a países como Marruecos (63 milones), Camerún (40 millones) o Nigeria (73 millones)
Sin duda, Angola tendría una selección para soñar. Este sería el once ideal de los nuevos palancas negras:
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