El Barça gana sin brillar. Y esto, entre otros motivos, se debe a las lesiones, a la sanción FIFA, a una mala planificación y a la época del año en la que estamos; una época en la que lo importante es sacar los partidos adelante y no tanto rendir al máximo. Con este contexto, y por suerte para Luis Enrique, Andrés Iniesta está de vuelta y con él, la magia. Busquets, Suárez y Neymar lo agradecerán.
Sin Iniesta ni Messi todo es infinitamente más complicado. El Barça es consciente de ello y, pese a ganar la mayoría de partidos gracias a actuaciones individuales (especialmente del tridente Busquets-Suárez-Neymar), lo ha acusado.
El regreso de Iniesta, además del incremento cualitativo que aportará, permitirá a Luis Enrique liberar a Busquets y recolocarlo en la posición de medio centro defensivo. De esta forma, Mascherano, una vez superada la sanción, también podrá regresar al puesto de central y, como consecuencia, Luis Enrique tendrá más disponibles para las posiciones de central, medio centro defensivo e interior.
Por otro lado, la presencia del manchego será una bendición para Busquets, Suárez y Neymar. El de Badia se verá liberado: podrá contribuir a sacar el balón controlado desde atrás y ayudar en las coberturas. Los dos delanteros, por su parte, encontrarán en Iniesta un futbolista con el que asociarse, crear superioridades y desequilibrar a la defensa rival.
Por si el regreso de Iniesta no fuera suficiente, Sergi Roberto también vuelve a estar disponible para Luis Enrique, por lo que el técnico asturiano volverá a tener un comodín de lujo tanto para el lateral derecho, como alternativa de Alves, como para el medio campo, en cualquiera de las posiciones. Con su vuelta, además, Luis Enrique tendrá la posibilidad de suplir la baja de Messi sin tener que recurrir a Munir o Sandro, ambos lejos del nivel mínimo requerido para jugar en el Barça: la solución sería alinear como titulares a Busquets, Rakitic, Roberto; Iniesta, Suárez y Neymar. De hecho, con estos seis futbolistas, Luis Enrique podría emplear múltiples esquemas (además del típico 1-4-3-3, el 1-4-1-4-1 con Iniesta y Neymar por bandas, o un 1-4-2-3-1 con Roberto en el doble pivote), por lo que podría variar según el rival, cosa que hasta ahora había sido prácticamente imposible en los últimos partidos por falta de efectivos.
Roberto, la gran revelación en lo que llevamos de temporada, y Andrés Iniesta regresan y prometen dar guerra. Luis Enrique sonríe. El barcelonismo, también. La magia está de vuelta y las variantes aumentan.