Un día tendremos que hablar muy seriamente sobre la enorme satisfacción que nos produce el ver que a la buena gente -y a la gente buena- le vaya bien en la vida. En un mundo donde muchas veces la popularidad y el éxito recae en perfiles de dudoso nivel y ética difusa, supone cierto alivio comprobar que aún hay algunos casos donde el triunfador es la persona correcta.
Andoni Iraola Sagarna (Ursubil, Gipuzkoa | 22 junio 1982) tiene al Bournemouth 5º de la Premier League tras 17 jornadas. Los cherries ya han ganado en la primera mitad de temporada al Tottenham, al Manchester City, al Arsenal y ayer le metieron un 0-3 al Manchester United en Old Trafford.
Este Bournemouth de Iraola es un equipo de ideas claras, confianza ciega y trabajo abnegado. Todo ello para opositar con firmeza a cotas nunca alcanzadas antes. Sin estrellas rutilantes pero con un bloque de buenos jugadores que confían en él ciegamente, ha ido moldeado uno de los mejores equipos de Inglaterra. Juegan muy bien a fútbol, en fondo y en forma.
El técnico vasco aterrizó en Inglaterra hace año y medio con el perfil bajo, los sueños en la maleta y tras firmar un trabajo sublime en el barrio de Vallecas. Anteriormente había hecho el ‘servicio militar’ en Miranda de Ebro llevando al Mirandés a semifinales de Copa con retales. Su desempeño no pasó desapercibido y tenía ofertas notables de clubes de LaLiga, pero la Premier League suponía un tremendo reto que Andoni decidió abrazar. Mucho a perder y poco a ganar, pensaron muchos.
Andoni Iraola, jugador de culto y entrenador de tronío. Sin declaraciones altisonantes, sin marketing y sin pisar a la gente por el camino. Solo hambre, trabajo y calidad. Honor. Sus éxitos siempre serán celebrados como propios.
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