‘Rins’ es un apellido terminado en S, como en S podemos afirmar que sucederá en 2017 el futuro del piloto español Álex Rins que ha firmado con Suzuki para la que promete ser una temporada de muchos cambios en MotoGP. Con sus apenas 21 años el piloto barcelonés ya se alza como uno de los mejores y más codiciados pilotos del mundial para marcas que buscan un talento que explotar y llegar a convertir en campeón a lomos de sus monturas.
Desde que el piloto barcelonés debutara primero en Supermotard, más tarde en el Campeonato Catalán (de la mano de Monlau Competición), poco después en el CEV (donde ahora tiene su propio equipo) y desembocara en el Campeonato del Mundo de MotoGP, Álex Rins ha escrito con trazo fuerte su nombre y apellido, que cada vez queda más patente que viene para quedarse.
Tras vencer el Campeonato Catalán Pre 125cc (haciendo tercero en el europeo de 125cc) fue el Campeonato Español de Velocidad (CEV) el siguiente reto del joven, que a lomos de una Aprilia RS de 125cc finalizaría en una satisfactoria tercera posición. 2011 sería el año en el que Rins conquistaría el título del CEV con el equipo Catalunya Caixa Repsol, siendo segundo en el europeo.
Sin embargo, este amplio palmarés no sería más que el preludio, o mejor dicho: el camino para llegar a la meta del joven ambicioso Álex Rins, que no es otra que el campeonato del mundo y, puestos a pedir, la categoría reina de dicho campeonato.
2012: Los comienzos suelen ser duros
Fue en 2012 cuando comenzarían las andaduras de Rins en el mundial en la categoría de Moto3 donde finalizaría quinto de la general. Durante esta temporada, el español subiría una vez al podio en el GP de Francia en Le Mans y haría varias cuartas posiciones. Fue Rookie del año tras luchar este título contra el italiano de la escuela de Valentino Rossi: Romano Fenati.
Bien es cierto que 2012 habría servido al español para saberse confiado en el Campeonato del Mundo y realizar una temporada aún mejor en 2013.
2013: La gran temporada española, reñida como ninguna
2013 sería el año de la hegemonía española en la categoría de Moto3. Cuatro nombres propios, una nacionalidad y una única corona para el más constante, el más rápido o quizá el más ágil.
Puede que sea por la nostalgia del buen recuerdo que trae 2013 a la afición española o puede que algo haya influido el predominio de la bandera italiana hoy en la categoría pequeña; pero lo cierto es que para cualquier aficionado fue una gran temporada, en todas las categorías, pero donde más reñido estuvo fue en ésta.
Y como no, estuvo protagonizada por Álex Rins, acompañado por Maverick Viñales y Luis Salom. Éstos tres llegarían tan igualados a final del campeonato que el que ganara en el último GP del año, en el GP valenciano de Cheste, luciría el título de campeón del mundo de la categoría pequeña de Motogp.
Finalmente, tras una caída de Luis Salom, el título sería adjudicado al también catalán Maverick Viñales (hoy en día piloto de Suzuki); siendo subcampeón Álex Rins. Aunque a cualquier aficionado del motociclismo que se le pregunte, como tantas veces en la historia, ese año habrían sido necesarias tres títulos de campeón. O si apuramos cuatro, pues Álex Márquez que llegaba como rookie también realizó una buena segunda mitad de campeonato.
2014: Despierta que se hace tarde
Para nada sería la mejor temporada de Álex Rins, tras un comienzo desastroso (con varias cuartas y quintas posiciones) cuando sus principales adversarios (Viñales y Salom ya no estaban) fueron el Rookie de 2013 (Álex Márquez) y el australiano Jack Miller quienes ejercieran una gran superioridad a principios de campeonato sobre Rins que lo relegarían a una tercera posición en la general en la temporada 2014.
En honor a la verdad, hay que destacar que subiría en ocho ocasiones al podio, dos de las cuales sería al cajón más alto (en el GP de Gran Bretaña y San Marino). Sin embargo, en esta temporada, cuando sus rivales directos habían ascendido a Moto2 se esperaba algo más de Rins que no llegaría a dar.
2015: Golpe sobre la mesa
En ocasiones, los pilotos cambian de categoría y dan un golpe tan fuerte sobre la mesa que tiemblan hasta los más duros cimientos de ésta, y de la mesa también. Eso es lo que ha hecho Rins en Moto2 con su gran exhibición de pilotaje en una categoría tan difícil de dominar.
Contra todo pronóstico y a pesar de todos los cambios, 2015 sería una gran temporada para el piloto barcelonés. Subía a Moto2, una categoría tan complicada que a muchos pilotos suele llevarles años acostumbrarse e ir bien sobre una Moto2. De hecho, hay algunos que no llegan a hacerlo; pero Rins desde el momento uno demostró que merecía estar en Moto2 y que había llegado para escribir su nombre en la historia.
Realizó una grandísima temporada, sorprendiendo una vez más con su gran talento a la hora de pilotar una moto. Puede que sea el talento innato, la buena puesta a punto física y mentalmente, una mayor afinidad con esta moto, o una mezcla de todo lo anterior –lo dejo a juicio del lector- pero lo cierto es que Rins firmaba un gran año.
No solamente batiría a los veteranos de la categoría como Mika Kallio, Thomas Luthi, Simone Corsi, Sandro Cortesse, Dominique Aegerter, Xavier Simeon, Julian Simón o al mismísimo campeón del mundo de Moto2 en 2014, Tito Rabat. También lo haría con sus rivales de Moto3: Luis Salom y Jonas Folger, a pesar de llevar un año más en la categoría, no tuvieron mucho que decir ante la superioridad de Rins.
Sin embargo, el campeonato sería para el francés Johann Zarco a falta de tres grandes premios debido a una lesión de Rabat. Rins se coronaría segundo y Rookie del año de Moto2, subiendo once veces al podio, dos de ellas tras ganar la carrera (en Indianápolis y Phillip Island).
2016: En el punto de mira
Tras la gran temporada realizada en 2015 las “exigencias” sobre el del Páginas Amarillas HP 40 cada vez son mayores; hagamos la comparación del alumno que saca sobresalientes y cada vez se le exige más y más hasta obtener a la Matrícula de Honor. Algo parecido ocurre con Álex, tras firmar un subcampeonato en su primera temporada es candidato al mundial y de alguna forma se le “exige” ganar en 2016.
La meta es clara: culminar lo que de rookie no pudo: hacerse con el campeonato de Moto2 en 2016. El cual lleva por buen camino, a pesar de que el vigente campeón del mundo de Moto2 no se lo está poniendo nada fácil.
Álex Rins va segundo en la clasificación empatado a puntos con el francés Johann Zarco, el cual lleva tres victorias frente a las dos de Rins.
2017: Escucha la llamada
A pesar de tener clara su meta en 2016 y estar luchando duramente por conseguirla, no es descabellado afirmar que Rins ya tiene la mente en otra parte. Esa parte es su sueño: llegar a MotoGP.
Lo hará en 2017 de la mano de Suzuki (en el Team Suzuki Ecstar) la que ha firmado un contrato de dos años. La marca nipona despide a Maverick Viñales que ha firmado por Yamaha, y acoge a uno de sus rivales más directos: Álex Rins.
Aún habrá que ver qué tal va el barcelonés sobre la Suzuki GSX-RR, si consigue aumentar el palmarés del prototipo de Hamamatsu en MotoGP. Lo único cierto a día de hoy, es que Rins ha firmado por una marca con la que grandes pilotos han pasado a ser leyendas del motociclismo desde el propio Barry Sheene a Kevin Schwantz, pasando por otros como Franco Uncini, Marco Lucchinelli y Kenny Roberts Jr.
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