Christian DÍEZ – El Atlético de Madrid ya ha presentado su candidatura a todo. Los rojiblancos han cerrado la primera vuelta de la temporada con matrícula. Segundos en la tabla clasificatoria de la Liga BBVA igualados a puntos con el Fútbol Club Barcelona, los pupilos del ‘Cholo’ Simeone han conseguido además su billete para octavos de final de la Champions League y más recientemente, el pase para los cuartos de final de la Copa del Rey. Las claves son claras: trabajo, constancia, pensar en el día a día y confianza, mucha confianza.
El ‘Cholo’ Simeone ha dado con la tecla. El Atlético de Madrid es hoy en día uno de los equipos más temidos del viejo continente. Quién se lo iba a decir a los aficionados rojiblancos justo ahora hace dos años. Con el entrenador argentino recién aterrizado en la capital de España, las dudas eran muchas. Gregorio Manzano no había logrado enchufar a los jugadores rojiblancos. El equipo no carburaba, hasta que llegó él, el ‘Cholo’. Al más estilo de José Mourinho, uno de los técnicos en los que más se fija el argentino, pese a quién le pese, Simeone ha concienciado a los suyos de que pueden conseguir lo que se propongan. Una mentalidad que se refleja partido a partido, como bien propone el técnico colchonero.
Los últimos cuatro días han servido para evidenciar que este Atlético no va de farol. Los rojiblancos presentaron credenciales el pasado sábado ante el Fútbol Club Barcelona para pelear de tú a tú por el título de Liga con Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid. Situación a la que hay que sumar su solvencia ante el Valencia en Copa, al que eliminó con un gran Thibaut Courtois, una de las claves de la eliminatoria. La solvencia del belga, junto al buen estado de forma de su zaga, con dos sensacionales centrales como Miranda y Godín, está posibilitando que el sueño atlético cada vez tenga más tintes de realidad.
Courtois, Miranda y Godín, cimientos del éxito rojiblanco | Getty Images
118 partidos suma ya Simeone al cargo del Atlético, de los cuales, la mitad han acabado con la portería a cero, una de las claves del éxito rojiblanco. Los rojiblancos son el equipo menos goleado en la Liga española, el tercer plantel europeo con la menor media de goles encajados con 0,55 por partido, sólo mejorado por Lille con 0,54 goles por encuentro y la Roma, con 0,5 goles por encuentro, pero con la capacidad de poder presumir de jugar competición europea y haber disputado la Supercopa de su país, algo de lo que no pueden hablar estos dos equipos.
Los dos encuentros de estos últimos cuatro días ante Barça y Valencia, han demostrado la eficacia de los rojiblancos en la retaguardia. Dos partidos encomiables de Thibaut Courtois, con paradas antológicas que han dado aún más vida a los rojiblancos en las dos competiciones, tanto en Liga como en Copa. La solvencia defensiva es el primer cimiento en el que se asienta el impoluto proyecto rojiblanco. Estar bien atrás, para rendir bien arriba. La defensa transmite esa seguridad que da alas al equipo. La efusividad en la celebración de Hélder Postiga en el empate a 1-1 de la ida de octavos de final de la Copa del Rey es una buena muestra de la desesperación de los equipos ante la eficacia de este equipo en la retaguardia. O sino que se lo pregunten al Futbol Club Barcelona, uno de los equipos más goleadores del viejo continente, al que se ha enfrentado esta temporada en tres partidos, dos de Supercopa, incluida una prórroga, y un de liga. 300 minutos en los que los culés sólo han conseguido marcar un gol, sin conseguir en ninguno de ellos la victoria durante el tiempo reglamentario.
La premisa rojiblanca es clara: ser solvente atrás y mostrar efectividad en los metros finales. Por ahora, y en el ecuador de la temporada, el equipo lo está logrando, sólo hace falta que el plantel rojiblanco logre esa tónica hasta final de esta campaña para lograr levantar algún título.
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