Personalidad y carácter. Talento y seguridad. Así es Marc-André ter Stegen a sus 23 años; si nada raro ocurre, está destinado a ser el líder de la portería del Barça en el futuro.
No fue fácil. La marcha de Valdés ponía a la entidad azulgrana en serios aprietos: tocaba reforzarse e intentar colocar algo decente bajo palos. Los elegidos fueron Claudio Bravo y Ter Stegen; en otras palabras, el club optó por contratar a un guardameta experimentado y a uno prometedor. La decisión fue todo un éxito y, de hecho, entre los aficionados existe la sensación de que se ha evolucionado, se ha mejorado lo anterior. El triplete avala a ambos porteros.
El cancerbero alemán llegó al Barça de la mano de Andoni Zubizarreta en verano de 2014. Pese a sus 22 años, no andaba exento de experiencia. En 2009, Alemania se proclamó campeona del Europeo sub 17 con él bajo palos. Dos años después, llegó el punto de inflexión en su carrera. Su equipo, el Borussia Mönchengladbach parecía abocado al descenso. Lucien Favre llegó al equipo de Renania al sustituir al ex entrenador Michael Frontzeck y una de sus primeras medidas fue apostar por el joven guardameta de entonces 19 años, Ter Stegen, en lugar de Logan Bailly, uno de los más señalados por la situación del equipo. Ter Stegen selló una actuación estelar, tras encajar únicamente dos goles en seis partidos y su equipo terminó salvándose. A la temporada siguiente se apoderó del dorsal número 1 y ya no lo soltó más. En 4 temporadas, encajó una media de 1,02 goles por partido y cuajó casi 78 paradas por campaña.
En Barcelona, Luis Enrique ha preferido, hasta el momento, introducir a Ter Stegen de forma paulatina. El guardameta alemán fue el encargado de defender los palos en la Copa del Rey y en la Liga de Campeones: el resultado habla por sí solo: 13 goles encajados en 19 partidos, además de paradas (63 en total) trascendentales como la del penalti de Agüero o cualquiera de las que hizo en el Allianz Arena frente al Bayern de Múnich. El Barça ganó ambas competiciones.
Esta temporada el técnico asturiano apostó por la misma fórmula y además le dio la titularidad a Ter Stegen en dos de los tres partidos de SuperCopa. Pese al inicio dubitativo, con muchos goles encajados y algunos desde más allá del medio campo, la confianza en él continúa intacta. De hecho, Piqué no dudó en afirmar que “Ter Stegen nos da la vida a los centrales jugando avanzado”. Alabanza a la que se suma siempre que puede Luis Enrique, quien confía plenamente en él.
Entre sus aptitudes, destaca la seguridad que transmite, su exquisito juego de pies, su frialdad en el uno contra uno, su agilidad, su juego aéreo, etc. Evidentemente, es joven y todavía tiene mucho que aprender, pero no por ello debe renunciar a ser cómo es ni mucho menos a su forma de jugar, tal y como se ha debatido tras sus ‘errores’ (entre comillas, puesto que el propio sistema del Barça acarrea muchos riesgos para el guardameta). Ter Stegen será el portero titular indiscutible del Barça en un futuro cercano.