El FC Barcelona selló su pase a la final de la Supercopa de España femenina con una victoria contundente por 3-0 sobre el Atlético de Madrid en un partido que, paradójicamente, estuvo marcado más por lo que no se vio que por lo que sucedió en el terreno de juego.
Durante 70 minutos, el VAR brilló por su ausencia debido a un fallo técnico, dejando a los aficionados y a los equipos con la sensación de estar presenciando un partido de otra época. Esta situación provocó que dos posibles penaltis a favor del Barça quedaran sin revisar, añadiendo un toque de polémica a un encuentro que, por lo demás, fue un monólogo azulgrana.
Claudia Pina se erigió como la gran protagonista del partido, firmando un doblete que dejó claro por qué es una de las joyas de la cantera culé. Graham Hansen puso la guinda al pastel con el tercer tanto, sellando una victoria que nunca estuvo en duda.
El Atlético de Madrid, por su parte, se vio superado desde el primer minuto. La estrategia defensiva de Víctor Martín, apostando por un 1-5-3-2, resultó insuficiente ante el vendaval ofensivo del FC Barcelona. Las colchoneras apenas inquietaron la portería de Cata Coll, con una ocasión aislada de Ajibade como único destello de peligro.
Las de Pere Romeu demostraron una vez más su hegemonía en el fútbol femenino español, avanzando a su cuarta final consecutiva de la Supercopa. Sin embargo, la ausencia del VAR durante gran parte del encuentro deja un sabor agridulce y plantea interrogantes sobre la organización del torneo. El fútbol femenino merece la misma atención y recursos tecnológicos que su contraparte masculina, y episodios como este solo subrayan la necesidad de seguir trabajando en esa dirección.
