Con los temas burocráticos encima de la mesa, Flick baraja sus cartas de ataque antes de iniciar la partida. Según apuntan distintas fuentes, el CSD otorgará la cautelar para inscribir, al menos de momento, a Dani Olmo y Pau Víctor. En ese encaje de piezas, es probable que el técnico alemán esté acabando de estudiar si Lamine Yamal debe ser titular esta noche. En todo caso, la gran noticia es la afirmación del entrenador sobre la disponibilidad del joven futbolista. Sin duda, la mejor carta para el Barça.
Los datos cuentan que el gran grueso de los pinchazos del Barça se ha gestado en su ausencia. Un argumento suficientemente sólido para manifestar que, a pesar de su corta edad, Yamal es una pieza imprescindible del engranaje blaugrana que explica gran parte del funcionamiento ofensivo de este equipo. El desequilibrio y la generación de oportunidades crecen notablemente con el extremo en el tapete. Entre baile y baile de TikTok, Lamine reparte caramelos. Es el máximo asistente de LaLiga a pesar de los minutos no jugados, así como el más regateador. Un abuso.
Con el reto en Jeddah, Lamine tiene la oportunidad de lograr su primera Supercopa. La primera prueba pasa por superar a un viejo conocido como el Athletic, un viejo conocido, para acceder a la final del domingo. La presencia de su amigo Nico Williams, que sufre una contusión en su tobillo izquierdo y no entrenó en la previa del encuentro, también es una incógnita. Decía el pequeño de los Williams en el nuevo capítulo de ‘Universo Valdano’ recién emitido: «Es humilde, sigue siendo la misma persona. Siempre voy a estar ahí para meterle una colleja si se sobrepasa». Probablemente, no hay mejor garantía que un amigo.
El futbolista de Rocafonda, que celebra sus goles con un gesto que ya es conocido por todos y el destello de su sonrisa traviesa y plateada, no es una explosión con fecha de caducidad. Su capacidad y entendimiento de juego, antagónico a su corta experiencia, es toda una paradoja. De Lamine se ha dicho ya todo y a la vez no se ha dicho nada, porque lo más impactante de todo es que todo su futuro está todavía por escribir. Flick sabe que es su comodín.
