La historia tiende a decir que las segundas partes nunca fueron buenas. Esta mítica frase seguro que la pensó más de un aficionado del Atlético de Madrid cuando, la pasada temporada, Antoine Griezmann volvió a la que fue su casa.
Si nos focalizamos en analizar el rendimiento del francés durante la primera temporada tras su vuelta, la historia nos diría que nos lo avisó con antelación, ya que el rédito del delantero dejó mucho que desear.
No obstante, todo parece indicar que el francés quiere llevarle la contraria a la historia y revertir la situación. Su rendimiento actual en esta segunda temporada está siendo el de antaño, agarrando todo el peso ofensivo de su equipo, convirtiéndose en el capitán general.
A través de la demarcación de delantero, Griezmann se rige como la pieza esencial en el frente del ataque. Las funciones que realiza son mucho más que el de un simple delantero, ya que en muchas ocasiones podemos observar al francés hacer funciones de centrocampista, descendiendo su altura, y ayudando a su equipo en los momentos de progresión y ataque 3/4.
Grizi es un especialista en la aplicación de los fundamentos “ofrecer apoyo entre línea de medios y defensa adversaria”, y “garantizar la construcción del juego saliendo a línea de medios”. Gracias a ello, consigue facilitar el juego ofensivo de su equipo, aumentando las líneas de pase, y dotando a su equipo de más soluciones.
Otra de las características más relevantes del principito es la capacidad de realizar asistencias a sus compañeros en el último tercio de campo.
Al no ser un delantero centro referencia, y su tendencia habitual de estar en zona activa de balón, el francés ve el juego siempre unos metros por detrás que sus compañeros del frente de ataque. Por este motivo, y sumado a su capacidad perceptiva, el futbolista ejecuta a la perfección fundamentos universales de zona 3 como “realizar pases con ventaja”, y “buscar un juego en progresión al ataque”.
A causa a ello, no es extraño ver cómo Diego Simeone utiliza al jugador de interior como recurso ante escenarios de partidos específicos.
Por último, otro de los aspectos que ha permitido al principito erigirse como capitán general de su equipo, ha sido su capacidad goleadora. El francés lleva, hasta el momento, un total de 5 goles en el presente curso del campeonato liguero.
A pesar de no haberse caracterizado nunca por ser un delantero goleador, Grizi suele ver portería con facilidad. El delantero aplica de forma brillante el fundamento de “priorizar la fijación a la potencia”, buscando siempre realizar golpeos con precisión, buscando alejar el balón de la zona activa del portero.
En conclusión, a pesar de que su impacto ofensivo en términos estadísticos sea superior al del resto de sus compañeros, el francés también ha cogido el peso de su equipo en términos ofensivos. Se ha convertido en el líder indiscutible y la pieza clave para su entrenador para el buen funcionamiento del colectivo, convirtiéndose así, en el capitán general colchonero.