Otro lunes en Sphera, otra semana hablando de una leyenda de una selección isleña que seguramente muy pocos conozcan pero que, a su nivel, ha sabido aportar muchísimo. El viaje de hoy nos transporta hasta las Islas Turcas y Caicos, una dependencia británica de menos de 1000 km2 y con una población aproximada de 5 mil habitantes. Fueron uno de los últimos afiliados a la FIFA (1998) y han sufrido el mismo mal que muchos de los seleccionados de la zona, ya que hasta la creación de la CONCACAF Nations League apenas jugaba encuentros durante los ciclos mundialistas. Usualmente, los caribeños juegan con muchachos provenientes de la Provo Premier League (la liga local), aunque algunos jugadores han logrado trascender las fronteras de las islas, jugando en Inglaterra o Estados Unidos. El más destacado hasta la fecha ha sido, sin dudas, Gavin Glinton.
Gavin es caribeño de sangre. A diferencia de los futbolistas actuales (que nacieron en otros países y que terminaron siendo reclutados por los scouters isleños para poder jugar en las selecciones y así potenciarlas) Glinton nació en la isla Gran Turca un 1 de marzo de 1979. Desde pequeño, sin embargo, comenzaría su travesía por el país que le daría un nombre, los Estados Unidos. Y es que junto a su familia se fue a Livermore, California, donde terminaría estudiando en la Livermore High School. Allí se terminaría de enganchar con lo que los norteños llaman soccer, mostrándose ya en sus primeros años como un delantero letal, capaz de romper redes con pasmosa facilidad.
El turcocaiqueño dejaría en claro que eso de jugar con el balón era lo suyo, por lo que no sorprendió que una universidad se fijara en él. Ésta fue Bradley y allí Gavin terminaría de explotar: en cuatro años con los Braves anotaría nada menos que 53 goles (en apenas 75 partidos) y sería elegido como All-American en sus cuatro temporadas, uno de los mayores logros individuales a los que un atleta universitario puede aspirar. Tan grande fue lo que hizo que en el 2012 terminaría siendo inducido al Salón de la Fama de su casa de estudios, un honor reservado a muy pocas personas.
Mientras jugaba con los Braves también hacía sus primeras armas en la Premier Development League (o USL League Two en la actualidad) con las reservas del Chicago Fire, donde marcaría la impresionante suma de 13 tantos en 12 encuentros, algo que, lógicamente, llamaría la atención de los clubes de la MLS, siendo escogido en el draft por uno de los titanes de la competencia, Los Ángeles Galaxy. En esa única campaña en la que jugó con los angelinos (2002-2003) terminaría obteniendo tanto la Supporters´ Shield (trofeo que se le da al equipo con mayor cantidad de puntos al término de la temporada regular) como la MLS Cup al vencer al New England Revolutions. Glinton compartiría equipo con jugadores de la talla de Alexi Lalas, Cobi Jones, Alejandro Moreno o Carlos “Pescadito” Ruiz.
Desde entonces su paso por el fútbol norteamericano se volvería más “terrenal”, como si los dioses del fútbol hubieran decidido que un caribeño no tenía derecho a llegar a lo más alto como si lo podían hacer un brasileño, un argentino o un alemán. El isleño pasaría por el Dallas Burn (FC Dallas en la actualidad), Charleston Battery (de la USL, la segunda división estadounidense), un nuevo paso por los Galaxy, San José Earthquakes y Carolina RailHawks (FC Carolina, también de la USL, donde se reencontraría con su mejor nivel), antes de pegar un viaje al otro lado del mundo para acabar su carrera en el Nam Dinh de Vietnam, teniendo incluso la chance de jugar en Irlanda, aunque al final esa posibilidad fue descartada.
Pero para Gavin una de las cosas más hermosas de su trayectoria fue el haber formado parte de la selección de su lugar de origen, disputando 10 partidos entre el 2004 y el 2014. Y esto no fue porque tuviera una carrera ajetreada y les dijera que no en varias oportunidades, sino porque las Islas Turcas y Caicos apenas jugaron en 12 oportunidades durante aquellos años, esto debido a muchos factores, como los pocos recursos económicos, la distancia entre las propias islas y el hecho de que no hubiera tantos certámenes para disputar.
Glinton sería parte importante en uno de los momentos más esperados por los turcocaiqueños. El 4 de septiembre del 2006, por las eliminatorias para la Copa del Caribe, convertiría uno de los goles del 0-2 con el que derrotarían a las Islas Caimán en lo que sería el primer triunfo de un equipo que, hasta ese momento llevaba ocho partidos disputados, con siete derrotas y 35 goles en contra. Dos años después volvería a dejar en claro su capacidad goleadora para marcar el segundo tanto del 2-1 ante Santa Lucia para conseguir otro triunfo, en este caso por las eliminatorias mundialistas. En su último partido con la elástica azul con vivos blancos, el moreno de rastas no anotaría ninguna diana, pero eso no importó, ya que igual hubo un nuevo triunfo para los libros, en este caso un 0-2 ante las Islas Vírgenes Británicas. En total, en 10 partidos sumó 3 victorias, la mitad de la que sus compatriotas han sumado en toda su corta historia.
Otro de los gustos que pudo darse Gavin fue haber jugado junto con su hermano menor Duane, centrocampista y que también fue parte de los Braves. Los hermanos debutaron en la mayor el mismo día (18/02/04, en un 0-5 con Haití por las eliminatorias rumbo a Alemania 2006) y, además, tuvieron la posibilidad de abrazarse fuerte en los dos primeros triunfos del seleccionado, ya que ambos fueron titulares. Sin embargo, Duane jugaría hasta el 2011 en el equipo, por lo que no pudo despedirse de la misma forma que su hermano mayor.
El actual goleador del equipo es Billy Forbes, que anotó ocho dianas entre el 2008 y la actualidad (llegando a marcar un hat-trick ante Sint Maarten), pero a su trayectoria a nivel clubes no llegó a tener los pasos de Glinton, que se fue con una nada despreciable cantidad de cuatro goles en apenas 10 encuentros. Hoy se encuentra siendo asistente del New Mexico United de la USL y, si uno se lo encontrara en el bar o en alguna hermosa playa cristalina, él seguramente dirá que se ha ido conforme con todo lo que pudo lograr. Al menos, mientras jugaba, más personas pudieron ubicar a las Turcas y Caicos en el mapa. Y quizás hubo aficionados que decidieron irse a vacacionar allí en honor de su goleador.
Imagen de cabecera: LA Galaxy
