Nos situamos en el año 1969. Estados Unidos estaba inmerso en plena Guerra de Vietnam a la par que siendo observado desde todo el mundo porque Neil Armstrong y Buzz Aldrin caminaron por la superficie lunar por primera vez en la historia. Los Beatles lanzaron su icónico álbum Abbey Road y realizaron su última actuación en público, interrumpida por la policía. También se realizó ese año la primera edición del festival de Woodstock y se emitió el primer capítulo de la versión estadounidense de Barrio Sésamo.
En el Campeonato del Mundo de Motociclismo, el italiano Giacomo Agostini ya había comenzado su legado y, en 1969, consiguió su cuarto título en la categoría de 500cc y su tercer campeonato de 350cc. El 13 de junio de 1969, en la Isla de Man, en una carrera que, cómo no podía ser de otra forma, se impuso Agostini, tuvo lugar el récord de participación en el Mundial con un total de 97 pilotos que se enfrentaron al clásico circuito británico.
La carrera carecía de ningún tipo de emoción, con un Agostini que finalizó con más de ocho minutos de ventaja sobre el segundo clasificado, Alan Barnett, y prácticamente concluyó con el campeonato, pero supuso un récord que ya permanecerá para siempre en los libros de historia del motor.
De los 97 pilotos que comenzaron la carrera de 500cc, tan solo 31 fueron capaces de finalizar la prueba. Agostini empleó 2 horas, 9 minutos y 40 segundos en completar las seis vueltas programadas al mítico circuito de Snaefell Mountain Course, un enclave idílico de 60 kilómetros de longitud en la Isla de Man, punto de peregrinación para los más nostálgicos y amantes de le velocidad donde hace más de 50 años tuvo lugar un récord que no volveremos a ver, ni de cerca, con casi un centenar de pilotos de forma simultánea.
El propio Agostini también se impuso ese día en la carrera de 350cc. En la de 250cc, un piloto español, Santi Herrero, fue tercero en una prueba muy igualada.
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