Denis Suárez y la meritocracia

Hubo un día en el que nos dejó de sorprender que Denis
Suárez no estuviese en la convocatoria. No por su nivel de juego, no porque
nuestras ganas de verlo no existieran, sino porque parecía que Valverde se
había olvidado de él. Más de diez partidos consecutivos sin siquiera vestirse
dejaban intuir que el gallego ni entraba en los planes ni lo volvería a hacer.

Y no sería por minutos. Aleix Vidal y André Gomes han gozado
de muchas oportunidades, varias de ellas partiendo desde el once titular, y lo
que han transmitido sobre el césped, en mi opinión, es exactamente igual o peor
que los minutos de Denis. ¿Por qué no darle una oportunidad? Es cierto que
cuando las tuvo tal vez no las aprovechó como le gustaría, pero al menos el mismo
rol que los jugadores previamente citados merecería.

En Sevilla todo parecía perdido. El Atleti podía acercarse y
el sueño de finalizar una liga sin perder un solo partido se desvanecía. Hasta
que entró Messi y cambió el encuentro. Pero el brillo de Messi no debe ocultar
la figura de Denis Suárez. El gallego entró a falta de un cuarto de hora para
el final y le proporcionó una chispa que, permítanme opinar, no he visto en
Aleix o André cuando han sido sustituciones. Y eso son muchos partidos.

Al final es cuestión de gustos. A unos les gustará más la
capacidad asociativa y el desborde de Denis, otros serán más de las
conducciones y la llegada de André Gomes y otros preferirán el trabajo y los
centros de Aleix Vidal desde línea de fondo. Aunque la única opinión que
importa es la de Ernesto Valverde. A principio de temporada parecía no contar
con Paco Alcácer y ahora es una de las primeras opciones para la delantera
cuando hay bajas. Hace meses André Gomes era titular en el centro del campo
siempre que había un hueco y lleva varias semanas sin apenas contar.

Lo que parecía inverosímil es que Denis no tuviese ni una
sola oportunidad. En ninguna competición. Parecía que otros cuyo rendimiento no
era superlativo en comparación con el del gallego jugaban por meritocracia.
Pero Denis esperó su oportunidad. Entrenó y se encargó de señalar en cada
comparecencia que no quiere irse, que su sueño es triunfar en ‘Can Barça’. Su
oportunidad llegó, la ha aprovechado. Quien fue a Sevilla, perdió su silla,
dice el refrán. Puede que el último viaje a Sevilla de Denis Suárez haya
significado eso; perder su silla en la grada de los desconvocados y ganarla en
el césped.