¿Dónde lo pones?

No estoy descubriendo nada al afirmar
que todos llevamos incorporado en nuestro interior, con más voluntad que
talento, a un entrenador de fútbol. De hecho, es un comportamiento que podemos
constatar en cada convocatoria de nuestro equipo favorito, en cada periodo de
fichajes o en cada lista que un seleccionador elige para un Mundial. Sin ir más
lejos, se invierte mucho tiempo en tertulias, periódicos y previas de partido a
analizar las variantes que un entrenador puede ofrecer con los jugadores que
tiene disponibles (lo que solemos conocer como ‘dibujo táctico’). No solo
sucede en estos espacios que se dedican profesionalmente a ello, sino que es un
tema recurrente en reuniones familiares, tardes entre amigos o conversaciones
de bar. Muchas veces, este posicionamiento que hacemos está en desacuerdo con
quien verdaderamente entiende de esto: el entrenador. Siempre tenemos algo que
decir, algo que cambiar, algo que haríamos mejor. Minimizamos su capacidad para
decidir y nos anticipamos (demasiado) a las acciones que va a tomar.

Precisamente en relación a esto, quiero
exponer una corriente que se ha desatado a lo largo de la presente temporada en
Twitter, en relación con el Barça y un jugador en concreto. Como he tratado de
argumentar, estos ataques de entrenador que tenemos es algo que siempre ha
sucedido, pero pocas veces había visto negar una posibilidad con esta
intensidad. Se trata del movimiento conocido como ‘¿Dónde lo pones?’.

Podríamos definir el movimiento
#DóndeLoPones (espero que nunca llegue a trending
topic) como la frase interrogativa tuitera por excelencia, a la que recorre
cierto sector de la afición azulgrana al oír o ver escrito el nombre de Antoine
Griezmann y su relación con la planificación del FC Barcelona para la temporada
2018-19. Los síntomas son manifiestos: sorpresa inicial impactante, quebradero
de cabeza persistente, cuestionamiento táctico reiterado y confianza en el
entrenador debilitada.

La corriente ¿Dónde lo pones? empezó este inicio de temporada, con los primeros rumores
del fichaje del jugador galo por el Barça. Una rumorología que se acrecentó
tras la decisión de dejar un dorsal como el ‘7’ sin propietario, pese a la
llegada de dos jugadores –Coutinho y Dembélé- que podían haberlo vestido perfectamente.
A medida que avanza la temporada y los rumores se convierten en una posibilidad
real, el movimiento ¿Dónde lo pones? ha
ido creciendo, y ahí es donde está la raíz del análisis que estoy tratando de
desarrollar hoy.

Sí, incluso los pro-Griezmann sabemos
que las posiciones que puede ocupar tienen como dueños a otros jugadores.
Sabemos que puede haber un overbooking
de jugadores en las posiciones de ataque. Sabemos que es un perfil parecido a
otros jugadores que ya tenemos. Pero si algo sabemos por encima de todo es que
la resolución de estas cuestiones está en manos de un entrenador que,
seguramente, se ha reunido con el club para abordar la posibilidad de fichar al
jugador, analizar el encaje que podría tener y dar el visto bueno a su
incorporación. El movimiento ¿Dónde lo
pones? no hace más que hacernos perder el tiempo buscando una respuesta
que, muy probablemente, ya se está cociendo en la cabeza de Ernesto Valverde,
que es quien interpreta, quien dibuja una idea de juego, quien supervisa a sus
jugadores cada día, quien analiza cómo están respondiendo ante las variantes
que está introduciendo… Me siento seguro con Valverde en lo que a táctica se
refiere. Bajo esta premisa, ¿cómo no voy a querer que un TOP 10 mundial venga a
mi equipo?

Es evidente que como aficionados podemos
opinar. Claro que podemos mostrar nuestras impresiones acerca de lo que está
haciendo o está a punto de hacer nuestro equipo. Por supuesto que podemos
mostrar conformidad o disconformidad con aquello que nos gusta o no. Pero dejar
a un lado la oportunidad de fichar a un jugador de este calibre
por no saber responder ¿Dónde lo pones? me
parece de una enorme simpleza. La cantidad de factores positivos y negativos que
pueden sucederse y mezclarse dentro de una temporada es tan alta que nada te
invita a pensar que Antoine no vaya a gozar del protagonismo que obtendría en
cualquier equipo del mundo. Su calidad, edad y precio merecen tomar esta
decisión, vestirle con el ‘7’ azulgrana e invitarle a divertirse con Messi,
Coutinho, Suárez y el resto de cracks de un equipo que quiere ser protagonista
con el balón.

Querido impulsor/seguidor/animador del ¿Dónde lo pones?: piensa en Griezmann y
en lo que es capaz de hacer semana tras semana en el Atlético de Madrid, equipo
que no hace del balón su prioridad. Acto seguido, imagínatelo en el Camp Nou y
dime que no se te escapa una pequeña sonrisa mientras fantaseas con la
descomunal dosis de talento que añadiríamos a nuestro equipo, contribuyendo a
la vez a asegurar relevos generacionales de máxima calidad para el próximo
lustro.

Dile a tu entrenador interior que le
haga un hueco al Principito. De
verdad creo que nos divertiremos. Y deja el ¿Dónde
lo pones? en manos de Valverde, que creo que sabe de esto un poquito más
que todos nosotros.