Tropezar con la misma piedra

Sábado, tres en punto del mediodía. Se confirma la alineación del Cuco para el encuentro del equipo rojiblanco en el Sánchez Pijuán. Ausencias de Raúl García y Aduriz, entre otros. Iñaki Williams en punta y un medio campo formado por Iturraspe, Vesga y San José. Pocos serán los que en ese momento no recordasen con cierta agonía y miedo aquel fatídico encuentro en el Wanda Metropolitano. Es cierto que el contexto pedía rotar. Con jornada intersemanal y jugándose en cinco días el partido más importante de lo que resta de temporada (o simplemente interesante, porque esperar ganar la Europa League este año es una utopía) se esperaba alguna rotación del entrenador rojiblanco. El problema es que el Cuco no parece un virtuoso en esto de experimentar y rotar. 

Con todo ello, salió el Athletic al terreno de juego del estadio hispalense en busca de los tres puntos (entendemos) y con la idea de que la actitud con la que se afrontase el partido sería determinante. “La clave estará en la decisión con la que afrontemos el partido”, dijo el Cuco en la rueda de prensa de este viernes. Esta afirmación, si bien es totalmente cierta, se contrapone mucho a la actitud con la que el equipo salto al césped. Cinco minutos (por ser generoso) bastaron para ver que sería muy complicado sacar algo más que un empate del partido. 

Lo cierto es que está tónica lleva predominando meses en el conjunto bilbaíno. Las declaraciones del entrenador empiezan a acogerse con cierto humor e ironía entre los seguidores rojiblancos. Parece que él es el único incapaz de ver que el equipo no carbura y que no es que esté mal, está muy mal. Sus declaraciones tras los encuentros ante Málaga y Valencia venían a reafirmar la dinámica ascendente en la que se encontraba el equipo. Si bien es cierto que en estos partidos el equipo tuvo momentos puntuales de juego digno de primera división, no fue ni mucho menos, para ponerse a dar palmas. 

Hecho este inciso, volvemos a lo que aconteció ayer sábado en la capital del Turia. Tras pocos minutos de encuentro el Sevilla ya controlaba a sus anchas el partido. Nzonzi, Banega y Vázquez se hicieron con el control del esférico ante la apatía de los tres mediocentros rojiblancos. El espectáculo era grotesco, no solo por lo que se veía, sino por lo que se vislumbra será el futuro de este equipo sin Aduriz y “Rulo”. Susaeta intentaba bajar a recibir y crear, lo cual ya debería sonar bastante preocupante, Córdoba lo intentaba sin éxito y Williams vivía en un islote del cual tampoco parecía tener intención de salir. 

El correcto partido sevillista en el primer tiempo les hizo irse a vestuarios con una ventaja de dos goles gracias a los tantos de Muriel y El Mudo. Minutos antes del descanso tuvo Williams la oportunidad de recortar distancias, pero solo sirvió para dejar claro que carece, a día de hoy, de la cualidad diferencial en la demarcación de delantero centro, olfato. 

Tras la reanudación, el Cuco tiró la casa por la ventana e hizo un triple cambio dando entrada a Aduriz, Beñat y Raúl García. Este movimiento si bien tenía sentido tras la horrenda imagen de la primera parte, fue un poco precipitada ya que cualquier infortunio en forma de lesión hubiese dejado al equipo con un jugador menos. No fue el caso y el equipo pareció haber cogido algo de respiro en vestuarios ya que buscó con la intención de empujar a los hispalenses hacia su propia portería. Hubo intención, no tanto determinación, puesto que no disfrutaron de una sola ocasión en la que atacar la portería de Rico. Tras ese inicio “arrollador”, el Sevilla recuperó terreno y disfrutó de varias ocasiones para ampliar su ventaja, pero se encontraron con, sin duda alguna, el mejor jugador rojiblanco en el día de ayer, Kepa Arrizabalaga, quien evitó males mayores.

Tras el encuentro el Cuco se mostró descontento con el partido. “Me voy frustrado por todo”, afirmó el entrenador. Lo cierto es que frustrados estamos todos los seguidores rojiblancos. Frustrados, cabreados y desmotivados por una temporada que no arranca y eso que ya estamos en marzo. Aupa Athletic.