Reacción con sufrimiento

La del Valencia está siendo sin duda una temporada
meritoria. Un equipo que penaba en Liga en las últimas temporadas, alejándose
de su histórica relación con las competiciones europeas, ha remontado el vuelo
de la mano del comandante Marcelino. Un técnico que ha mostrado una vez más su
valía a través de los resultados y el rendimiento de su equipo.

Hasta aquí, nada novedoso. Las características de las que el
técnico ha dotado al conjunto ché son reconocibles, basándose en la cultura del
esfuerzo, algo que trasciende en un fútbol de meridiano carácter ofensivo a
través del cual se ha convertido en el tercer conjunto más goleador del
campeonato liguero.

Pese a ello, el conjunto valencianista ha pasado
recientemente por momentos de dificultad, que le llevaron a acumular tres
derrotas consecutivas, que se extienden si sumamos las dos cosechadas en Copa
ante el FC Barcelona. De ese bache ha sabido resarcirse el conjunto blanquinegro,
acumulando dos victorias meritorias, una en el derbi ante el Levante y otra ante
el Málaga en La Rosaleda, remontando en cinco minutos un encuentro que caminaba
hacia la derrota.

Sin embargo, no deben tapar las victorias las debilidades
que el equipo continúa mostrando. Es en la victoria cuando el análisis debe ser
de mayor reposo y no convendrá olvidar a orillas del Turia que se acumulan once
encuentros consecutivos recibiendo gol en contra. Una cifra preocupante para un
equipo que parece caminar con paso firme hacia la consecución de la
clasificación para Champions, pero que deberá mejorar en la faceta defensiva si
no desea pasar algún apuro. La banda derecha es la que más sufre, y es que
Montoya ha ofrecido un rendimiento irregular y la inclusión de Vezo no ha
frenado la sangría. El colchón es suculento, mas haría bien Marcelino en
trabajar con los suyos los aspectos defensivos y concienciarles sobre la
necesidad de mantener la concentración a lo largo de los 90 minutos. Errores puntuales
especialmente en el balón parado están penalizando excesivamente al equipo en
forma de goles encajados y ello es algo que se puede y se debe trabajar. En el
aspecto positivo, el conjunto ché se sitúa como el equipo que más penas máximas
a favor ha disfrutado, alcanzando las siete en una parcela en la que
históricamente no sale bien parado.

Así es que el Valencia ha logrado alcanzar la reacción
liguera, aunque eso sí, con un exceso de sufrimiento que debe tratar de
corregir para alcanzar la meta perseguida en el tramo final de campeonato.
Aunque, dada la historia reciente, el valencianismo seguro que firma el
sufrimiento como vía para alcanzar objetivos ambiciosos como los que se
persiguen en la actualidad.