Once deportistas que ya eran ricos

Ser profesional
de un deporte puede llegar a convertirse en un oficio
muy lucrativo toda vez que se puede ampliar de manera notable la cuenta
corriente con solo unos años de actividad. Hay sin embargo quienes lo hacen por
gusto. Solo así se explica que los once nombres que aparecen en esta lista hayan decidido
atreverse con diversas disciplinas cuando en
realidad podrían vivir de las rentas. En ella, conviene
aclarar, no hay hijos de personas que ya hicieron fortuna anteriormente en
este ramo (Laila Ali, Kobe Bryant…). 

Nasser Al-Attiyah: Cada año su figura se
sitúa entre las favoritas al título en el Rally Dakar, competición
de la que se ha proclamado campeón hasta en dos ocasiones (2011 y 2015). Sin embargo su amor por el deporte va más allá del
motor, logrando la medalla de bronce en una de sus cinco participaciones
olímpicas en tiro al plato (Londres 2012). Hijo del ex ministro de energía de Catar
y primo hermano del actual emir, su
patrimonio le permite poder centrarse en
estas facetas. 

Ernests Gulbis: El letón era uno de los jugadores con mayor
porvenir de su generación. Llegó a ocupar un puesto en el Top-10
y lo tenía todo. También dinero. Mucho dinero. Su padre Ainars Gulbis era un banquero de inversión que
consiguió enormes beneficios tras la caída de la Unión Soviética hasta el punto
de convertirse en el hombre más rico del país. Así las cosas su vástago,
al que llamó Ernests en honor a Hemingway
y dado su amor por el arte, ha podido permitirse
lujos como viajar a las torneos en
un jet privado. 

Hugo Lloris: El guardameta del Tottenham y de la selección
francesa es uno de los mejores jugadores del mundo en su puesto. Sus
actuaciones bajo los palos le han hecho merecedor de generosos contratos pero a decir verdad, es probable que
hubiera podido ser rico sin ellos. Nacido en Niza fruto del matrimonio entre un
banquero y una prestigiosa abogada, estuvo a punto de
cambiar los guantes por una raqueta de tenis.  

Al-Saadi Gadafi:  Muchas personas se llevan actualmente
las manos a la cabeza con el desembarco de los futbolistas saudíes en la liga
española gracias a la voluntad de la federación del país. Pero cabe recordar
que ya en el pasado se vieron prácticas semejantes. El caso más conocido es
quizás el de Al-Saadi Gadafi, hijo del dictador libio Muamar.
Fue dueño del Al-Ittihad, donde hacía y deshacía a su antojo, y
cuando quiso dar un paso adelante se movió a golpe de talonario por diferentes
equipos del Calcio como el Perugia, el Udinese o la Sampdoria. 

Lance Stroll:  Una prueba de un mes con Williams, la
posibilidad de entrenar él solo algunas de las pistas más
prestigiosas del Mundial de Fórmula 1… son solo algunos de los privilegios de
los que ha dispuesto Lance Stroll durante su ascenso a la Fórmula 1
gracias a la inversión de su padre Lawrence, que llegó a desembolsar para ello
entre setenta y ochenta millones de euros. Distribuidor de grandes marcas de
moda, está entre los 1.000 hombres más ricos del mundo y es uno de los nombres más
destacados de Canadá en este aspecto. Su vástago, al menos, ha comenzado a dar
señales de que la apuesta ha servido para algo. 

Gianluca Vialli: Nacer en una familia numerosa puede implicar
estrecheces económicas. Muchas bocas que alimentar, muchas necesidades que
atender… En el caso del delantero italiano eso no fue un problema ya que
junto a sus hermanos experimentó una cómoda vida en su castillo cremonense de ¡¡sesenta habitaciones!!. 

Oliver Bierhoff: La voluntad de no acomodarse pudiendo hacerlo
es en ocasiones destacable… y llega incluso
a ser beneficiosa para la sociedad. Probablemente este punta germano no hubiera necesitado pegarle patadas
al balón para disfrutar de una desahogada existencia
toda vez que era hijo de un rico magnate de la energía. Sin embargo lo hizo y acabó dándole a Alemania con
sus goles la Eurocopa de 1996. 

Marcel Desailly: Nacido en Ghana como Odenke Abber, la suerte le sonrió cuando su madre se casó
con un diplomático francés. A partir de ese momento tuvo acceso a lujos como el
desplazamiento en limusina. Pese a ello conviene valorar sus
ganas de dedicarse al deporte rey pese a la
oposición paterna. 

Nick Foles: Es uno de los nombres de moda en el deporte
mundial después de proclamarse campeón de la NFL con los Philadelphia Eagles en la posición de quarterback pero su padre Larry ya triunfó antes
que él. Lo hizo en el negocio de la hostelería, abriendo restaurantes en los
lugares adecuados en los momentos idóneos.
Eso le permitió estar lejos de pasar apuros financieros. 

Zara Phillips: El mundo de la hípica ha estado siempre
ligado al de las familias pudientes y en él
destacan apellidos como Springsteen, Ortega, Onassis o Bloomberg entre otros. Este
es otro ejemplo. Participante en los Juegos Olímpicos
de Londres 2012, se trata de la única hija de la Princesa Ana y del Mark
Phillips lo que la convierte en la nieta mayor de la Reina Isabel. 

Oscar Pistorius: El atleta paralímpico, nacido en la ciudad
sudafricana de Johannesburgo, pertenece a una familia en la que el dinero nunca
fue un problema después de que su abuelo Hendrik comenzara en 1944 a hacer
negocio con la caliza para posteriormente diversificar sus beneficios en otras
ramas.