Depende

Hace unas semanas nos llegó la noticia de la retirada
de Kaká. ¿Cómo ha sido su carrera? Depende de si preguntamos en Milán o en
Madrid nos dirán una cosa o la contraria. Es curioso que un mismo jugador pueda
generar opiniones tan contrarias. Con el Milan fue el último Balón de Oro
anterior al binomio Cristiano-Messi. En el Madrid poco menos que perdió la
tilde.

Kaká sería mi respuesta a la pregunta: ¿cuál ha sido
el fichaje que más te ha decepcionado en la historia del Real Madrid? Aunque su
último año en el Milan no fue para pagar 65 millones de euros por él, tenía la
esperanza de que volviera a ser el que enmudeció Old Trafford un par de
Champions atrás. Dejó algún bonito gol por la escuadra y fue desapareciendo
poco a poco del once a lo largo de los cuatro años que estuvo en el club
blanco. Cuatro años y en la memoria parece que estuvo dos semanas. Somos
recuerdos pasados y sueños futuros, así que en realidad Kaká apenas pasó por
aquí. Volvió al Milan. Gratis, para dejar vacío su paso por el Madrid. 

En Milán afirmarán que es una leyenda. El fútbol no es
un tablero de ajedrez, hay grises más allá del blanco y el negro. En la paleta
de grises está Benzema. Para unos, el delantero con más clase del mundo. Para
otros, un goleador escaso para permitirle llevar el 9 del Real Madrid a la
espalda. ¿Quién lleva razón? Pues depende. Porque probablemente acierten los
dos y ninguno a la vez. 

Con Benzema me sitúo en la equidistancia que las
trincheras radicales utilizan para bombardear a los que no se encasillan en los
extremos. Pocos delanteros son capaces de asociarse al nivel que el francés,
pero le faltan goles cotidianos. 

Los artistas necesitan musas en forma de competencia;
no por él, sino por el equipo en caso de que no llegue la inspiración. Morata
era la competencia ideal, pero sólo fue un complemento. Él quería ser al menos
media naranja: repartirse minutos y banquetes, no conformarse con cenar un
sándwich frío a última hora de la noche. Ahora Benzema tiene todo el menú para
él solo. Y la crítica sólo lo tiene a él.