Las chicas son guerreras… también en el Dakar

Querido director del Dakar,

9.000 kilómetros. Perú, Bolivia y Argentina. Calor extremo. 14 etapas. Fueron unas jornadas intensas, donde el polvo levantado por las motos, coches, quads y camiones nublaron el camino, y alguna que otra mente… Fueron días de sufrimiento, donde pudimos comprobar que se puede estar casi cinco días durmiendo tan solo dos horas llevando, incluso, la vida al límite. Fueron jornadas de aturdimiento, de arriesgar, de mantener la fuerza interna para acabar el Dakar. Fueron días muy duros en los que las participantes españolas lo dieron todo.

El mismo esfuerzo que realizan los hombres, y que tanto se valora, es el mismo que desempeñan las mujeres. Estamos en el siglo XXI y, desgraciadamente, aún surgen comentarios o reacciones machistas que llevan al desasosiego y a querer gritar “¡basta!” centenares de veces a los cuatro vientos. En este caso aludimos este desafortunado momento al destinatario de esta carta, el francés Etienne Lavigne, director de la competición.  

Por primera vez, en lo que llevo escrito, me dirijo a usted. Siento comunicarle que su declaración, en una entrevista para la Agencia Efe, sobre esta competición, “es más una disciplina para hombres que para chicas”, se ha quedado reducida a cenizas en un abrir y cerrar de ojos. Y no es porque las mujeres hayan tenido que demostrar en la arena. No. Es porque comentarios así, antecedido a la escueta frase “sin machismo”, para tratar de excusarse (ya que al fin y al cabo lo que precede recalca más el significado intrínseco), hacen que las mujeres sean más fuertes y quieran defender por encima de todo su dignidad. 

Que participen menos, catorce inscritas en total, no quiere decir que sea una “disciplina” más para chicos que para mujeres. Pero, por si acaso sigue con el mismo pensamiento, desde Sphera Sports le recordaremos la actuación de las participantes españolas que se dejaron la piel, al igual que el resto.

Duodécima en la general. Esa fue la posición final en la clasificación para Laia Sanz. Era el octavo año consecutivo de esta veterana del Dakar. Su objetivo para el 2018 era quedar entre los quince primeros. El año pasado acabó decimosexta, por lo que ha mejorado con creces su última marca con su KTM. Su lucha y su entrega hicieron que en los últimos días pudiese mantener esa posición y salir airosa de la dura competición, ya que no todo el mundo tiene la suerte de cruzar la línea de meta (140 de los 525 participantes tuvieron que abandonar la competición). «Ha sido una edición muy dura, pero al mismo tiempo que hemos sufrido también hemos disfrutado mucho”, aseguró la española. A lo que a ‘machismo’ se refiere, Laia respondió así a una entrevista ofrecida a El Mundo: “Es un tema de educación y requiere tiempo”. 

Se sabe por contado que el Rally Dakar no es un camino de rosas y esto lo conoce en profundidad Cristina Gutiérrez. Segunda vez que termina esta competición en coches de forma consecutiva. En este caso consiguió colarse en el número 38 del ranking general. “Encadenamos unas cuatro o cinco noches casi sin dormir«, donde pudieron hasta desvanecer del cansancio: “Mi copiloto y yo tuvimos visiones, delirábamos”. Espectacular desgaste físico de esta odontóloga de 26 años. Tenemos la suerte de tenerla, actualmente, como maestra de mujeres piloto. “¿Por qué una mujer no puede ganar el Dakar?”, se cuestionó Cristina antes de competir en esta última edición. Pero esta pregunta tiene respuesta afirmativa: sí se puede, como ya hizo en su día la alemana Jutta Kleinschmidt en 2001.

Por otro lado, Rosa Romero tuvo que abandonar el Dakar cuando estaba en la posición 66 de la general. Una herida cerca de la vena femoral le hizo dejar la meta para otro año. Aun así, esta valiente catalana recorrió 140 kilómetros sangrando, concretamente en el tramo de la décima etapa, entre Salta y Belén (Argentina).

Tanto ellas como el resto de compañeras, y todas las mujeres del mundo, se merecen ese respeto (que no tendrían ni que pedirlo) y ese valor meritorio que solo reciben los hombres. ¿Por qué? Nadie lo sabe. Está muy bien que se hablen de las hazañas de los varones, pero ya está bien de dejar en un segundo plano a la mujer. Al fin y al cabo, cualquier deporte es apto para cualquier ser humano, así que, estimado Etienne Lavigne, aunque no lo crea ‘las chicas son guerreras’ también en el Dakar.