Queridos Reyes Magos,
No os voy a engañar, sé que este no ha sido nuestro mejor año. No recordaremos el 2017 por los títulos que logramos ni por el buen fútbol que jugamos. Haber conseguido únicamente la Copa del Rey lo convierte en un mal año, lo sé. Pero vamos a recordar los buenos momentos de este año, aunque no hayan sido muchos. Al fin y al cabo, tengo que venderos la imagen de que hemos sido buenos si quiero que nos traigáis lo que os pido y no un Mesut Özil de turno.
De todas las cartas que habréis recibido, ninguna os hablará de una remontada tan heroica como la nuestra. Remontar un 4-0 en Champions ante el campeón de Francia no es moco de pavo. Prácticamente nadie creía en el milagro, ni tan siquiera yo. Pero el equipo se puso el antifaz y la capa de superhéroe para lograr la mayor gesta que jamás ha visto el Camp Nou. Un 6-1 que pasará a la historia y del que nos preguntaremos ¿tú dónde estabas cuando Sergi Roberto marcó el gol?
También hemos sido testigos de uno de los mejores clásicos que se recuerdan últimamente. Cuando el cazador merengue estaba vendiendo la piel del oso a cuatro minutos del final, Leo Messi pegó un último zarpazo para lograr el 2-3 definitivo. Y qué celebración. Demostrando al enemigo quién es el verdadero rey. Emulando a aquel anuncio que rodó con Nike cuando apenas tenía 17 años: «Recuerda mi nombre: Leo Messi». Y no nos hemos olvidado.
(Getty)
Hemos sufrido un cambio de aires más que necesario. La etapa de Luis Enrique llegó a su fin y el inicio de Ernesto Valverde nos ha sorprendido a todos. Nadie habría imaginado llegar a estas alturas con tal colchón de puntos sobre Valencia, Atlético de Madrid y Real Madrid. En la Champions tampoco nos está yendo mal; hemos pasado como primeros de grupo y el Chelsea nos espera en octavos. Sin olvidar que en la Copa del Rey tendremos a otro hueso duro de roer como el Celta de Vigo. Bien es cierto que el fútbol que practicamos puede llegar a aburrir en algunas fases. Sin embargo, la carencia de brillantez queda solapada por un excelente pragmatismo.
Es por ello que os pido para estas navidades la llegada de Philippe Coutinho, ya que no pudo ser en verano, ¿qué mejor regalo que él? Nos aportaría el desequilibrio, la proyección, la visión de juego y llegada al portería que tanto necesitamos. También os pido un central joven, con buena salida de balón, eficaz en el corte y contundente en el juego aéreo. Y, por supuesto, seguir en la misma dinámica con la que hemos empezado esta temporada y, sobre todo, dando un poco más de espectáculo.
P.D. Podéis traer carbón a más de un jugador, si así lo consideráis.
Atentamente,
Adri Fernández
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