Buffon pasará a la historia como uno de los mejores porteros de la historia. Su carrera bien le atestigua, pero su forma de ser le ha llevado un paso más allá. Su compromiso, rendimiento y, sobre todo, CARÁCTER le han convertido con total merecimiento en una leyenda.
El carácter, sin lugar a dudas, marca la diferencia. Toda plantilla necesita jugadores dispuestos a dejarse la piel por unos colores. Jugadores que prioricen el bien común antes que el personal. Esa, al fin y al cabo, ha sido una de las principales claves del Atlético de Simeone o de la propia Italia de Conte, entre otros equipos exitosos.
(Getty)
El Barcelona de Valverde quiere regresar a las raíces. Ser fuerte con el balón pues cuanto menos lo tenga el rival más posibilidades tendrá de ganar. Este tipo de juego, no obstante, tiene como principal inconveniente que muchos rivales se cierran y ahí, además de mover rápido el balón y ser hábil en el 1vs1, falta carácter, pundonor, saber sufrir. Lo mismo ocurre con los equipos que tratan de plantar cara y arrebatar el balón.
En este tipo de contextos, jugadores como Mascherano, Umtiti, Paulinho o Luis Suárez, que representan este valor del carácter, pasan a ser claves. Son un plus y ensalzan al resto, los motivan y les hacen rendir mejor.
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Este tipo de jugadores da la vida al equipo
Este tipo de jugadores nunca da un balón por perdido, no cree en los límites ni mucho menos en los imposibles. Hacen el trabajo sucio, el poco vistoso, el que no sale en las estadísticas, pero que da la vida al equipo.
Volviendo a Buffon, el guardameta, en efecto, no jugará su sexto mundial, pero no importa. Nada cambia. Representa este tipo de jugadores, esos que merecen el orgullo de todos. Futbolistas así SIEMPRE en mi equipo.
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