Aterrizó en Londres con una nutrida delegación y expectativas moderadas: tanto como las medallas, la selección española de atletismo quiere mejorar el rendimiento de su clase media en los Mundiales que hoy comienzan en la capital británica.
No es un objetivo glamuroso. Y probablemente, hasta poco vendible. La hinchada y los patrocinadores quieren ver a sus atletas subidos al podio, luciendo triunfadores algún metal.
Pero las preseas en un Mundial son muy caras. Y el deporte necesita una clase media competitiva, que obligue a los mejores a exprimirse un poco más.
«La pirámide de arriba compitió muy bien en los Juegos (de Río), pero el resto no tanto. Y queremos que el resto también compita bien», señaló hoy Raúl Chapado, presidente de la Federación Española de Atletismo (RFEA).
El resto al que alude Chapado se mide en número de finalistas, en marcas personales, en récords de España. Datos importantes para el deporte, pero apenas apreciados por los fans, que quieren ídolos ganadores, medallas que festejar.
«Tenemos a una generación distinta, irreverente a la lógica, que no tiene límites y no se asusta, y que destaca en especialidades donde nunca tuvimos a nadie«, aseguró el jefe del atletismo español. «Pero también hay que darles tiempo y valorarlos en su justa medida«.
En los pasados Mundiales, los de Pekín 2015, España sólo conquistó una presea: el oro del marchador Miguel Ángel López. En Moscú 2013, la saltadora Ruth Beitia había añadido un bronce más al medallero.
Ambos siguen siendo ahora dos de los 56 atletas españoles que competirán en Londres. Y, de nuevo, como desde hace años, son dos de las principales esperanzas de medalla de la delegación ibérica, junto al vallista de origen cubano Orlando Ortega.
Aunque las actuaciones de los tres esta temporada hayan sido irregulares y los ránkings no los sitúen tan alto como en el pasado.
«Es cierto que los ránkings no sitúan tan bien a nuestras cuatro o cinco figuras, pero eso no me preocupa porque han demostrado que son grandes competidores«, aseguró Chapado.
«Estamos muy ilusionados con este equipo porque su actitud ha sido de un nivel competitivo muy alto«, añadió quien fuera plusmarquista español de triple salto.
Campeona olímpica de salto de altura en Río 2016, Beitia está convencida de que estará en el grupo de atletas que lucharán por subirse al cajón de una prueba que tiene como clara favorita a la rusa Maria Latsitskene (antes Kúchina).
Desde su inesperado oro en Río, la plusmarquista española, de 38 años, no ha vuelto a saltar tan alto. La lastraron las lesiones. Pero en las grandes competiciones Beitia siempre ofrece su mejor versión. Y con Londres tiene, además, una cuenta pendiente: en los Juegos de 2012 se quedó a un paso -cuarta- del podio.
Más irregular acostumbra a ser Miguel Ángel López, vigente campeón del mundo en los 20 km marcha. Tanto que, en los Juegos de Río, su actuación fue decepcionante: ni siquiera entró entre los diez primeros en su especialidad. Pero en Londres, bien acompañado de Álvaro Martín y Diego García, vuelve a contar entre los favoritos a subirse al cajón de los mejores.
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Según las webs especializadas en atletismo, las previsiones no son tan optimistas para Ortega. Lo sitúan como finalista de los 110 vallas, en el octavo lugar. El vallista hispano-cubano no hace caso. Fue subcampeón olímpico en Río 2016 y, «física y mentalmente«, dice estar «preparado» para conquistar una nueva medalla.
«Estoy aquí y es un reto para mí. Siempre digo que la pista es la que habla«, afirmó hoy Ortega, en la primera rueda de prensa de la delegación española en Londres. «Mi objetivo es entrar en medallas«.
Otros atletas sueñan con que el tartán del hermoso Estadio Olímpico de Londres también hable para ellos y les permita unirse al trío más brillante del atletismo español.
Entre ellos, destaca Adel Mechaal, liberado finalmente de las sospechas de dopaje que lo acecharon en los meses previos y posteriores a los Juegos de Río.
El fondista catalán competirá en los 1.500 metros, aunque sus grandes resultados esta temporada los haya cosechado en los 3.000, donde se codeó con el bicampeón olímpico y mundial británico Mo Farah.
Pero esa distancia no existe en los Mundiales y, con 3:34,70 acreditados esta campaña, Mechaal tendrá que demostrar que también puede ser competitivo en las más cortas y alcanzar la final de la prueba fetiche del atletismo español.
Eusebio Cáceres, que hoy se estrena en el salto de longitud; la saltadora Ana Peleteiro, el cuatrocentista Sergio Fernández, subcampeón de Europa de los 400 metros vallas, y el relevo 4×400 masculino son las otras posibilidades en las que Chapado confía.
«Y las lanzadoras. Han venido cuatro y alguna está en disposición de pasar a la final», concluye el jefe del atletismo español con especial ilusión.
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