Finalizar una temporada con la sensación de decepción a pesar de haber logrado el objetivo de estar entre los 4 primeros y tras conseguir la segunda mayor cifra de puntos de la historia del club, es difícil de explicar. Pero es así. El Sevilla FC alcanzó de nuevo posición que da acceso a jugar la Champions League la próxima temporada y los 72 puntos del equipo hispalense solo han sido superados por los 76 logrados por Unai Emery en la temporada 14/15. Y este año, además, superando la fase de grupos de la máxima competición del viejo continente.
Lo cierto es que la pretemporada ya auguraba un año complicado. Empezar el año sabiendo que tu director deportivo -la persona más influyente del sevillismo, el hombre más relevante de la historia del club, Monchi- quiere cerrar capítulo y marcharse, es duro. Fue una decisión tomada con presura, expuesta públicamente e irrevocable. Lo único que se pudo hacer es aplazar su adiós. Lo que pudo ser en agosto, fue en abril, pero por el camino no cesaron rumores y discrepancias que pudieron perjudicar indirectamente al vestuario. Pero además, el nuevo proyecto encabezado por Jorge Sampaoli y su filosofía del ‘amateurismo’ se tambalearía en las primeras semanas. Su mensaje no calaba, los problemas a la hora de implantar su estilo quedaron en evidencia en las supercopas -de Europa y de España- pero sobre todo, la llamada de Argentina -ya a principios de temporada- hicieron dudar a técnico, directiva y afición.
En cuanto a lo deportivo, el equipo tuvo dos caras bien diferenciadas a lo largo de la temporada. La primera, con un fútbol que rozaba lo exquisito y que cuando no era así, se ganaban puntos a base de superioridad individual en los últimos minutos. Un Sevilla que hacía soñar por su estilo, sus variantes tácticas, su posesión de balón y su gen ganador. Aún así, ya se empezaba a vislumbrar un defecto que condenaría al equipo en el tramo final. La ausencia de hombre-gol. Un delantero capaz de superar los 20 tantos, una referencia clara arriba, el futbolista capaz de ganar partidos gracias a su olfato dentro del área, un Luis Fabiano, un Bacca, un Gameiro.
El punto de inflexión llegó en enero. El equipo no arrancó bien el año 2017. Eliminado de la Copa del Rey por el Real Madrid, varias derrotas consecutivas en liga y sobre todo, la derrota en Inglaterra hizo mucho daño al equipo. Los de Sampaoli habían superado la fase de grupos de Champions League y su rival en octavos sería un Leicester City en horas bajas y que se vio obligado a despedir a Claudio Ranieri tras el partido en el Ramón Sánchez Pizjuán. Pero la mala fortuna -2 penaltis fallados-, la mala cabeza de Nasri -expulsado tras una reacción infantil- y la falta de liderazgo avocaron al equipo a la eliminación cuando todo estaba a favor de seguir haciendo historia en Europa. A partir de ahí, problemas y más problemas. El Atleti lo adelantaba en Liga, Monchi decía adiós de manera definitiva y la AFA se encargaba de especular con la contratación de Sampaoli aún con contrato en vigo y a mitad de temporada. Un milagro acabar cuarto, un milagro conseguir el objetivo.
Jorge Sampaoli (6)
Luces y sombra en el primer año del técnico argentino en Europa. Se rodeó de futbolistas de su agrado, implantó su estilo, se dejó querer, perdió la fe y la temporada se le hizo eterna. Si valoramos su trabajo hasta diciembre su nota sería sobresaliente. A partir de ahí, coqueteos con el Barcelona, negociaciones a escondidas con Argentina, negación absurda ante la prensa, cada vez más protagonista y el Sevilla, en segundo plano. Si valoramos su trabajo en 2017 su nota sería suspenso. El amateurismo con el que llegó se acabó transformando en una actitud de amateur.
Lo mejor de la temporada: El gen ganador del equipo. Cuando el fútbol no funcionaba, este equipo acostumbrado a ganar en los últimos años no perdía la esperanza. El Sevilla FC ha sido el equipo que más goles ha marcado en 16/17 a partir del minuto 80, y eso es gracias a un gen implantado en Nervión durante la época más dorada de la entidad. Y este año, no fue menos.
Lo peor de la temporada: La eliminación de Champions League. Tras superar la fase de grupos compitiendo con Juventus, Olympique de Lyon y Dinamo de Zagreb, el sorteo deparó una grata sorpresa para el conjunto hispalense. El rival en octavos era un Leicester muy diferente al que ganó la Premier League meses antes. Quedar eliminado no fue duro, lo traumático fue cómo perdió. Dos penaltis errados en la eliminatoria, numerosos fallos en ambas áreas y una renta como local tirada por la borda en Inglaterra. Cambió la alegría por decepción, la confianza en dudas, la ilusión por tristeza.
MVP de la temporada: Pablo Sarabia
Nota general al equipo: (7)
EL ESCÁNER
SERGIO RICO: Creciendo. Cada día más seguro. Tuvo trabajo debido al estilo de Sampaoli. Se vio obligado a jugar más con el pie y aunque le costó al principio, acabó mostrando tranquilidad en este tipo de acciones. Mejoró en el juego aéreo y siguió mostrando su garantía bajo palos con reflejos y paradas que se transformaban en puntos para su equipo. Nota: 8
DAVID SORIA: Debutante. A pesar de ser un portero que había contado con minutos en Copa del Rey e incluso cuenta en su currículum con la Europa League, David Soria aún no había debutado en Liga. Lo hizo en el último partido ante Osasuna. Nota: s.c.
MARIANO: Bicéfalo. Por dos motivos. Mucho más decisivo en ataque que en defensa. Siempre destacó por su profundidad en banda derecha y la defensa de 3 le vino bien para pasar de lateral a carrilero y mostrar sus cualidades ofensivas. De más a menos a lo largo de la temporada. Despareció cuando el equipo más lo necesitaba. Nota: 6
GABRIEL MERCADO: Enérgico. A veces, incluso en demasía. Su carácter dentro del campo es agresivo. Nunca da un balón por perdido, siempre dispuesto a ir al cuerpo a cuerpo, líder en defensa. Por momentos, esa energía jugaba en su contra. Nota: 6
ADIL RAMI: Añorado. Probablemente sea el mejor defensa del Sevilla FC, al menos el más completo. Sus lesiones han provocado que su año fuese irregular y el equipo lo echó de menos gran parte de la temporada. Si hubiese jugado más a lo largo de la temporada, el equipo no habría tenido tantos problemas defensivos. Nota: 5
NICO PAREJA: Transformado. Con 33 años, la carrera de Nico Pareja ha dado un giro evidente. Sigue siendo un líder, pero su velocidad de anticipación o su pragmatismo defensivo ya no es tan notable. Tuvo errores mayúsculos en varios partidos que costaron puntos a su equipo. Nota: 3
CLEMENT LENGLET: Frío. Llegó en invierno para reforzar una defensa debilitada por las lesiones. Desde entonces ha jugado bastante mostrando sus dos caras. Una que promete, otra que saca a la luz su inexperiencia. Aún por hacer. Nota: 6
BENOIT TRÉMOULINAS: Fantasma. El caso del lateral francés ha sido especialmente curioso esta temporada en el Sevilla FC. Desaparecido durante todo el año, con pocas noticias sobre él y lejos del vestuario gran parte de la temporada. ¿Alguien sabe dónde está?. Nota: 0
SERGIO ESCUDERO: Profundo. Ha sido una de las grandes noticias de la temporada y uno de los legados de Sampaoli. Desde el lateral, Escudero ha tenido libertad para aparecer por cualquier parte del campo, haciéndolo siempre con buena nota. Su crecimiento ha sido enorme esta temporada. Nota: 8
DANIEL CARRIÇO: Lesionado. Su tendencia a las lesiones lastran el buen rendimiento que siempre ofrece el central portugués. Esta temporada tan solo ha disputado 6 partidos en liga. Un rendimiento muy pobre para un futbolista necesario en la defensa hispalense. Nota: 3
MATIAS KRANEVITTER: Decepcionante. Cedido por el Atlético de Madrid, las expectativas puestas en el mediocentro argentino quedaron lejos de su rendimiento ofrecido. Aún siendo uno de los futbolistas con más robos de la liga, su escaso fútbol y su poca influencia en el juego del equipo le ha condenado. Nota: 5
MICHAEL KROHN DEHLI: Resucitado. Una grave lesión a finales de la temporada 15/16 apartó al danés de los terrenos de juegos durante prácticamente toda la temporada. En el último mes, gracias a su trabajo y esfuerzo, Krohn-Dehli volvió a pisar un césped volviendo a disfrutar de lo que más le gusta. Nota:5
VICENTE IBORRA: Líder. La salida de Coke al Schalke 04 otorgó al valenciano la vitola de líder del vestuario. Con un rol diferente al que tenía con Unai Emery, Iborra ha vuelto a mostrarse determinante en gran parte de la temporada. Sigue siendo un centrocampista con virtudes necesarias en una plantilla. Nota: 7
SAMIR NASRI: Truhán. Llegó saliendo por la puerta de atrás del Manchester City. Y parecía que iba a ser uno de esos futbolistas resucitados por Monchi. Durante 3 meses nos engaño y nos hizo creer que era así. A partir de ahí, vuelta a las andadas. Su fútbol desapareció a la vez que lo hizo el fútbol del equipo. Su actuación infantil ante el Leicester fue una muestra de que sigue siendo quien fue. Nota: 5
STEVE N’ZONZI: Eje. Siendo menos constante y regular que la pasada temporada, su zancada e influencia en la medular ha seguido siendo fundamental en el devenir del equipo. Su presencia dota al Sevilla de poderío físico tanto en el juego aéreo como en su virtud de ocupar gran parte del terreno de juego en la parcela ancha. Nota: 6
PAULO HENRIQUE GANSO: Dosis. Pequeñas muestras del fútbol que hay en sus botas, mínimas e insuficientes para su alto coste. Su ritmo está muy lejos del fútbol europeo, su calidad demostrada con cuenta gotas es tan indiscutible como su irregularidad. Nota: 3
WALTER MONTOYA: Testimonial. Llegó tras la salida de Kiyotake en invierno y su entrada en el equipo ha sido meramente testimonial. Expreso deseo de Sampaoli, este argentino llegaba como uno de los extremos más destacados de su país y a pesar de jugar apenas 100 minutos, hay depositadas esperanzas de cara a la próxima temporada. Nota: 4
PABLO SARABIA: Determinante. Suplente de manera inexplicable durante gran parte de la temporada. Cada vez que saltaba al terreno de juego, influía de manera positiva en el equipo ofreciendo asistencias o anotando goles decisivos. Debió jugar más. Ha sido el último gran fichaje de Monchi. Nota: 9
VITOLO: Franquicia. Con la salida de futbolistas como Banega o Gameiro, la figura de Vitolo toma fuerza como hombre más desequilibrante del Sevilla FC. El canario volvió a cuajar una gran temporada. Su zancada y su determinación en los últimos metros han vuelto a ser de lo más destacado del equpo. Nota: 7
JOAQUÍN CORREA: Descubrimiento. De menos a más. Apareció cuando el equipo más lo necesitaba. Su juventud y proyección exponencial ilusiona a la afición. A largo plazo, será uno de los futbolistas a tener en cuenta a nivel internacional. Nota: 7
FRANCO VÁZQUEZ: Intermitente. Su exquisita técnica es directamente proporcional a su irregularidad. Su físico, el gran hándicap de un futbolista con una calidad diferencial. Miembro ilustre de los pechofríos. Cuando aparecía, el equipo lo agradecía. Nota: 7.
LUCIANO VIETTO: Prestado. Llegó de prestado y se irá sin pena ni gloria. Titular indiscutible en el primer tercio de competición, pasó al ostracismo y se irá sin dejar huella en el club. Necesita de un goleador a su lado, no puede ser la referencia de un equipo. Errático de cara a puerta. Nota: 4
CARLOS FERNÁNDEZ: Desafortunado. Empezó como el tercer delantero del primer equipo pero el canterano se lesionó de gravedad y no tuvo suerte en su primera temporada como miembro de la primera plantilla. Aún así, recién renovado y con expectativas de seguir formando parte del grupo. Nota: 4
WISSAM BEN YEDDER: Verde. A veces, parecía ser el delantero con gol que todos esperábamos. A veces, se le notaba que aún le falta bastante para ser el hombre decisivo que necesita un equipo de Champions dentro del área. Pequeños detalles hacen que la sentencia aún no sea firme. Nota: 6
STEVAN JOVETIC: Frescura. El montenegrino aportó frescura al ataque sevillista. Su llegada en invierno ha sido una de las mejores noticias de la temporada. Un delantero diferente que sin ser un goleador nato, aporta talento y creatividad en los últimos metros. Nota: 7
Comparte la notícia
