Dos semanas tiene por delante Zinedine Zidane para exponer el valor de su gestión como entrenador del Real Madrid, un breve periodo que sin embargo es la distancia entre el éxito y el fracaso.
«No hemos ganado nada«, se encargó de recordar hace una semana el entrenador francés nada más golear 3-0 al Atlético de Madrid en la ida de las semifinales y poner pie y medio en la final de la Liga de Campeones.
Más aun, sigue sin despejar la incógnita de su futuro, sin aclarar si seguirá al frente del equipo blanco la próxima temporada. Sus dirigentes expresan la máxima confianza en él, tanto en público como en privado, pero Zidane sabe cómo funciona el club y su presidente, Florentino Pérez, quien durante su gestión sólo utilizó la variante de los títulos para mantener en el puesto a un entrenador.
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El francés tiene por delante dos semanas cruciales, en las que se resolverá el título de la Liga española y la clasificación para la final de la Liga de Campeones. Y llega a la recta final en la mejor situación posible para ganar el primer doblete del Real Madrid desde 1958.
Lo primero será mañana, con el partido de vuelta de las semifinales de la Champions. Tiene todo a favor tras el resultado de la ida, pero los indicios apuntan a que no reservará a nadie para la cita y que pondrá al mismo equipo que goleó en el primer partido. Esto es, su equipo favorito a excepción del lesionado Gareth Bale, con Isco como sustituto.
Luego vendrá la Liga española con tres partidos finales en una semana. Jugará el domingo ante el Sevilla, el miércoles contra el Celta de Vigo y disputará la última jornada el 20 o 21 de mayo ante el Málaga. Si obtiene siete puntos en estos tres encuentros será campeón. En el horizonte, el 3 de junio, quedaría la final de la Liga de Campeones en Cardiff si elimina al Atlético.
Durante toda la temporada, y especialmente en las últimas semanas, Zidane puso en valor a todo su plantel y creó «dos equipos» bajo un mismo escudo: el «A» y el «B». El primero correspondería a su once de máxima confianza, el de los llamados cracks, mientras el segundo sería el de los supuestos suplentes. El «A» goleó al Atlético y el «B» le está dando los últimos y vitales puntos en la Liga española con futbolistas tan destacados como Álvaro Morata, James Rodríguez, Lucas Vázquez, Marco Asensio o Mateo Kovacic.
La cuestión es ver cómo gestionará Zidane ese plantel y cómo repartirá los minutos. Por ejemplo, el próximo domingo, con la visita del Sevilla al Santiago Bernabéu cuatro días después del partido ante el Atlético. ¿Volverá a rotar o ya se quedará con un equipo fijo para resolver el final de temporada?
El conjunto blanco será el único en jugar un partido entre semana porque el miércoles 17 de mayo recuperará el encuentro aplazado en su día ante el Celta. De nuevo tendrá que gestionar el equipo. Y lo mismo ocurrirá ante el Málaga en la jornada final.
Serán decisiones examinadas con lupa, y más en tiempos donde existe una corriente de opinión que defiende que el equipo «B» es más fiable que el «A». «Este segundo equipo ha sido uno de los sucesos de la temporada», opinó el diario «As». Al final, es Zidane el que decide.