Javier MAS – A falta de dos jornadas para terminar el pasado curso 2013-2014, el Blackpool obtuvo la permanencia. Con algún apuro, pero se consiguió el objetivo.
Llega el verano y es momento de reforzar el equipo para la siguiente campaña en la Segunda División inglesa, en la League Championship. Sin embargo, se ha producido todo lo contrario.
Cerca de 30 jugadores se han marchado del club. Un auténtico éxodo. Algunos de ellos han firmado por clubes de la Premier League. Son los casos del guardameta Matt Gilks, nombrado el mejor del año, que ha reforzado al recién ascendido Burnley; o Chris Kettings que se ha marchado al Crystal Palace.
Este hecho ha tenido como consecuencia que solo haya ocho futbolistas en la primera plantilla. Se tratan de los ingleses Perkins, Davies, Grant, Barkhuizen y McMahon; el escocés MacKenzie; el irlandés Dunne; y el estonio Zenjov. Ni un solo portero.
Ante esta situación, el Blackpool se ha visto obligado a suspender el tour que tenía previsto realizar por la Manga del Mar Menor, en la costa murciana. Iba a jugar dos amistosos: uno contra el Granada el día 26 de este mes y el segundo, dos días después, ante el Cartagena.
El dueño de la entidad, Karl Oyston, salió a hacer unas declaraciones, a través de la página web del Blackpool, intentando transmitir tranquilidad. “No veo absolutamente ningún motivo por el que no deberíamos ser capaces de reclutar el suficiente número de jugadores y de calidad para ser capaces de competir en la Championship”, afirmó. “Estamos encontrando dificultades para atar algunos de los jugadores que hemos estado tras ellos’, añadió.
Lo cierto es que ya se puede dar prisa el señor Oyston, el manager José Riga y algún que otro directivo del club de Bloomfield Road. La competición, en la categoría de plata, arranca el 9 de agosto contra el Nottingham Forest y la plantilla está sin hacer.
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