El primer paso fijado para el nuevo proyecto del Venezia se ha cumplido con firmeza. Con la nueva propiedad, guiada por Joe Tacopina, ya asentada y la contratación de Filippo Inzaghi como entrenador en verano, la primera escala era evidente: volver a Serie B esta misma temporada. Y se consiguió con autoridad.
Para equipos con una importante historia detrás, salir del pozo de la Serie C puede convertirse en una empresa desesperante. Equipos como Lecce, Catania, Parma o Siena, con pasado reciente en Serie A y caída en desgracia por amaños o quiebras, conocen la gran dificultad de primera mano.
El Venezia también: desde su descenso y desaparición en el año 2005 y otras dos refundaciones mediante, el club lagunar llevaba 12 años sin pisar el campeonato de Serie B.
El proyecto de Tacopina e Inzaghi no ha podido empezar mejor. Líderes autoritarios del grupo B desde principio de temporada, el ascenso directo -al que acceden solo los primeros de cada grupo de la categoría- era un hecho desde hace semanas. El empate contra el Fano, a falta de tres jornadas, ha confirmado el retorno, superando precisamente la competencia del Parma.
El impulso económico permitió al Venezia hacerse con veteranos futbolistas con experiencia en categorías superiores que resultaron claves: entre ellos destacan el español Alex Geijo -máximo goleador con 10 goles-, el también delantero Nicola Ferrari, el medio creativo Simone Bentivoglio y los defensas Domizzi y Garofalo, Jugadores más jóvenes como el extremo Davide Marsura y el delantero Stefano Moreo (10 goles) también han estado entre los mejores del equipo.
El primer paso, quizás el más difícil, ha sido realizado con éxito. El siguiente será consolidar al equipo y devolver al Venezia a la Serie A casi dos décadas después. ¿El objetivo final? Que la ciudad de Venecia vuelve a vivir fútbol de élite en el icónico Penzo.