Lo ha vuelto a hacer. Ruth Beitia se ha vuelto a llevar una medalla en una competición internacional. “¡A estas alturas de su carrera!”, pensarán muchos… Pues sí, a sus 37 años – a un mes de cumplir los 38 –, la cántabra se ha vuelto a subir a un podio en un Campeonato de Europa para recoger una nueva presea.
Los Europeos en pista cubierta de Belgrado se han convertido en escenario de una marca histórica para el mundo del salto de altura en general y para Ruth Beitia en particular. Una plata, gracias a una altura de 194 centímetros, con la que la española suma un total de 15 medallas internacionales en categoría absoluta, un palmarés absolutamente espectacular. El currículum soñado por cualquier deportista de élite.
Y es que la atleta santanderina, oro en los pasados Juegos Olímpicos de Río, puede presumir de haber conseguido al menos un metal en cada uno de los formatos de competición de salto de altura en los que a participado a nivel internacional. Siete oros, seis platas y dos bronces, o lo que es lo mismo, un metal en los Juegos Olímpicos, cinco en Mundiales (cuatro en pista cubierta y uno al aire libre), y nueve en Europeos (tres outdoor y seis indoor) avalan este increíble currículum.
Número uno en citas Indoor
15 metales en doce años. Así se resume la trayectoria de una Ruth Beitia que, tras esta plata en Belgrado, se convierte en la atleta de salto de altura con más preseas (6) en campeonatos de Europa en pista cubierta. Una marca con la que supera a una leyenda como es la búlgara Stefka Kostadinova, que acumulaba cinco podios. Así pues, un oro – Gotemburgo 2013 –, cuatro platas – Madrid 2005, Turín 2009, París 2011 y Belgrado 2017 – y un bronce – Birmingham 2007 – hacen de la cántabra la mejor saltadora de altura indoor de la historia y, al mismo tiempo, la española con más metales en esta competición bajo cubierta.
Ruth Beitia salta en el Europeo de Belgrado | DIMITAR DILKOFF/AFP/Getty Images
Un 2016 de oro
Sin duda, Ruth Beitia tomó una de las mejores decisiones de su vida al volver a la competición en 2013 tras haber anunciado que se retiraba después de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde consiguió un “amargo” cuarto puesto. La intuición le decía que debía seguir porque aún le quedaban años de éxitos. Y así fue. 2016 le dio la razón y se convirtió en la respuesta a la constante pregunta de ¿hace bien Beitia al mantenerse en la competición?
Un oro olímpico, su primer metal en unos Juegos, y su segundo diamante consecutivo en la Diamond League son el perfecto reflejo de que 2016 fue el gran año de Ruth. Una atleta a la que, además de los reconocimientos internacionales, le avalan las marcas personales, récords de España – 2.02 m. en 2007 –, campeonatos nacionales y, sobre todo, el reconocimiento de cualquier aficionado al deporte.
La valía, la humildad y la lucha son valores perfectamente reconocibles en la figura de Ruth Beitia. Principios que la convierten en una de esas personas a las que merece la pena seguir, reconocer y, por qué no, admirar. Nadie puede dudar del talento y el mérito de una atleta de la talla de la española, a la que pocos objetivos le quedan por cumplir.
Próximo objetivo: los Mundiales de Londres 2017
No obstante, la cántabra siempre busca nuevos desafíos, nuevas motivaciones y, cómo no, ya tiene entre ceja y ceja su próximo objetivo: los Mundiales de 2017. El Estadio Olímpico de Londres acogerá el decimosexto Campeonato del Mundo de Atletismo, una cita a la que la siempre sonriente Ruth llega, como es habitual en ella, con ilusión y muchas ganas.
¿Tendrá algo que ver el número de edición de esta competición con la posibilidad de que Ruth pueda conseguir su medalla número 16? Habrá que esperar hasta el mes de agosto para poder responder a esa pregunta, pero de lo que no hay duda es de que, con una deportista como Ruth Beitia, todo es posible.