Hay muchos jugadores que aún tienen el peso del «pasaporte» en su ficha, una característica que no eligen, pero que los marca como futbolistas y, en muchos casos, les dificulta dar el salto a un gran club. La nacionalidad es una condición que acompaña a cada ser humano por el resto de su vida, y en el caso de los jugadores de fútbol, a veces se convierte en un obstáculo.
Específicamente en Sudamérica, es constante ver cómo son cada vez más los jugadores brasileños, argentinos o uruguayos en las mejores ligas del mundo del balompié, en contraparte a los también sureños de Bolivia, Perú y Venezuela. No es que no haya excelentes futbolistas en los últimos mencionados, de allí salieron estrellas de la talla de Erwin «Platini» Sánchez, Teófilo Cubillas o Juan Arango. respectivamente. Sin embargo, no es secreto que estos cracks salen en menor cantidad desde los países antes mencionados.
Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
Estos jugadores mermados por su nacionalidad pueden sorprender a más de uno, y se convierten en una «ganga» para los clubes en el mercados de fichajes, sobretodo en la invierno, cuando se refuerzan para la segunda mitad de los torneos y ya tienen números y estadísticas del rendimiento de cada jugador del mundo (la tecnología ha hecho cada vez más fácil llevar esto). A propósito de reforzar sus filas, se encuentra el FC Barcelona: Luis Enrique necesita un lateral derecho y el venezolano Roberto Rosales podría ser la bomba del mercado que calme las angustias del asturiano.
En Can Barça buscan un recambio para Sergi Roberto, papel que puede desempeñar Javier Mascherano, pero no es el perfil y su momento de forma no es el mejor. La lista de Robert Fernández, Secretario Técnico del conjunto catalán, contiene muchos nombres, pero hay uno del que se habló mucho en verano y que podría cobrar fuerza en el mercado de invierno: Roberto Rosales. El nativo de Caracas juega actualmente en el Málaga y es lo más parecido a Dani Alves, un futbolista que aún extrañan los blaugranas. El valor del venezolano es de apenas cinco millones de euros, cantidad más que accesible para los objetivos del Barcelona.
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Luis Enrique y Robert se reunieron, como hacen casi todas las semanas, y trataron especialmente el asunto del lateral derecho. Rosales gusta porque puede jugar en posiciones más ofensivas pero no pierde la concentración y vuelve a sus labores en defensa. Además, tiene su puesto seguro en cada once de la selección Vinotinto.
La única contra para la llegada de Rosales sería que el Málaga pida un precio elevado por Rosales, a pesar de sus 27 años. Es intocable en las alineaciones de Juande Ramos, como lo era en temporadas anteriores, y el club blanquiazul exigiría un traspaso de mínimo 12 millones de euros. El Barça considera que su valor es inferior y antes debe resolver la salida de Aleix Vidal.
De concretarse la operación, Roberto sería el primer jugador formado en Venezuela que llegue al FC Barcelona. Como podemos recordar, Jeffren Suárez (nacido en Ciudad Bolívar, al oriente venezolano) estuvo en las filas blaugranas desde el 2004 hasta 2011, pero no se formó como futbolista en el país sudamericano, puesto que emigró con su familia a España cuando apenas tenía un año de edad.
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