Cuando el Atlético de Madrid fichó a Ángel Correa en 2014, el equipo del Cholo se hizo con uno de los jugadores más prometedores del fútbol argentino. Procedente de San Lorenzo, sus habilidades con la pelota no pasaron desapercibidas para el scouting colchonero, que terminó adelantándose a todos y haciéndose con los servicios del entonces jugador de 19 años. Más de un año después, operación cardíaca mediante, el delantero argentino hizo su debut oficial con la camiseta del Atlético frente a Las Palmas, un 22 de agosto de 2015.
Desde entonces, su importancia dentro del cuadro de Simeone ha ido en aumento, hasta el punto de llegar a convertirse la temporada pasada en uno de los mejores suplentes de la Liga. Durante la 15-16, el argentino anotó cinco goles en el campeonato nacional, todos ellos partiendo desde el banquillo, poniendo de manifiesto las palabras de su entrenador: «No importa la cantidad de minutos jugados, sino la calidad de éstos». Correa siguió esta máxima a rajatabla y fue un ejemplo de futbolista que sabe aprovechar sus oportunidades.
Esta nueva temporada, el delantero ha sabido de nuevo sacar provecho a sus salidas desde el banquillo, anotando un gol en la goleada del conjunto de Simeone frente al Celta de Vigo (0-4), y logrando empatar el partido frente al Barcelona en el Camp Nou (1-1). Así pues, en vista de la política del Cholo de compensar a los jugadores que ofrecen buen rendimiento, era de esperar que el ’11’ atlético contara con una oportunidad como titular, algo que se produjo tras el choque en el Camp Nou.
Desde entonces, Correa ha participado en cinco partidos, en todos ellos como titular: cuatro en liga -Deportivo de la Coruña, Valencia, Granada y Sevilla-, y uno en Champions League -Rostov-. En estos cinco encuentros, solo ha logrado ver puerta en uno de ellos: en la goleada por 7-1 frente al Granada. En el último partido frente al Sevilla, Correa fue sustituido en el descanso por Gaitán y su equipo terminó cayendo en el Sánchez-Pizjuán sin conseguir hacer ningún gol.
Las estadísticas para el Correa suplente son inmejorables, sumando 8 goles en 682 minutos oficiales, con un promedio de un gol cada 82 minutos. Siendo de la partida, sin embargo, los números no acompañan al delantero, con 3 goles en 1.155 minutos, o lo que es lo mismo, un gol cada 385 minutos jugados. Una diferencia notable entre cuando sale de inicio y cuando lo hace desde el banquillo.
Así pues, del mismo modo que su buen rendimiento como suplente le abrió las puertas de la titularidad, el mismo acierto que tuvo entonces y que le está faltando como titular pueden volver a mandarle al banquillo, quien sabe si para seguir marcando goles saliendo desde allí.
