Como si de un superhéroe se tratara, empezaré hablando del portador del número tres del Atlético de Madrid. Rápido como él solo, capaz de quitarse uno a uno a los rivales que se le acercan, salvando a sus compañeros cuando están en apuros apareciendo en el momento preciso, desquiciando a los que tiene enfrente y de vez en cuando, sellando su marca en la red.
Los primeros años de universidad, sobre todo el primero, vas perdido por aquellos pasillos sinfín y por esas enormes aulas. Te vas dejando caer poco a poco por la cafetería donde encuentras tu sitio y tus amigos. Te sientes bien. Pasan los años y cada vez mejor, en el mismo sitio y con la misma gente. Pero de repente, te empieza a surgir la duda de: “¿y si me voy de Erasmus?”. En tu cabeza sabes que estás bien donde estás, pero la idea de salir del país empieza a cobrar fuerza. Y te vas. Sin pensarlo, sin saber si encontrarás tan buena gente y si aquella cafetería te atrapará como esta.
Eso mismo le pasó a Filipe. Cuando empezaba a despuntar en el Atlético de Madrid decidió marcharse a Londres a emprender su Erasmus particular. Pensaba que aquella cafetería le atraparía pero desde el principio se encontró perdido en la copistería. Quizá se equivocó de destino o directamente no tendría que haber salido de donde estaba pero eso nunca lo sabrá. Lo cierto es que volvió a su universidad, con sus compañeros y con su profe de siempre. Se puso a trabajar y a demostrar por qué había vuelto. Ya no quería aprobados ni notables, iba a por matrícula. Y vaya si lo consiguió.
Rompiendo con el dicho “segundas partes nunca fueron buenas”, Filipe Luis vive su mejor momento como profesional. Su estado de forma recuerda al joven futbolista que quiere comerse el mundo. A sus 31 años galopa por la banda a la vez que en el Calderón se corea su nombre.
Titular indiscutible con su club con el que se deshace en elogios –“el Atlético de Madrid es mi casa”- y del que ahora no quiere salir. En él se ha hecho hombre, se siente importante. Tanto que su nombre ya figura en la historia del Atleti como el jugador brasileño que más partidos de Liga ha disputado con el equipo del Manzanares.
Tras superar altos y bajos durante cursos pasados y una experiencia fuera de España no muy grata, ahora tiene claro que la licenciatura solo se puede conseguir si sigue el camino que le marcan las rayas rojiblancas.