El Barça no podía fallar contra el Celta y lo hizo. Los azulgranas tenían la oportunidad de ponerse líderes y no estuvieron a la altura de las circunstancias en una primera parte para olvidar. La falta de regularidad actual recuerda a la del primer año de Luis Enrique, pero para que sea efectiva luego hay que encadenar 5-6 meses perfectos. Y eso no es sencillo.
Se suele decir que el hombre es el único animal capaz de tropezar con la misma piedra dos veces y el Barça parece estar de acuerdo con ello. Tras el 4-1 de la temporada pasada, los hombres de Luis Enrique volvieron a encajar 4 goles en Balaídos. ¿Casualidad? No, el club celeste plantea una defensa hombre a hombre con un central liberado que le dificulta y mucho la vida a los azulgranas. Especialmente, en la salida de balón. Y si Busquests no está fino el Barça tiene un problema.
La cuestión, a resumidas cuentas, es que, tras siete jornadas, el Barça está a dos puntos de un Atlético que se dejó 4 en las dos primeras jornadas y de un Madrid que no está, ni mucho menos, cerca de su mejor versión. Es más, este es el peor inicio liguero azulgrana desde 2006. En este contexto, toca hacer autocrítica, intentar localizar los problemas y tratar de subsanarlos. Las declaraciones post partido de Ter Stegen y Busquets, asumiendo la culpa, son un buen síntoma.
Para empezar, quizá le esté costando más de lo esperado a los recién llegados rendir al nivel. Algo, en el fondo, lógico, pues el Barça requiere una adaptación especial, aparte que la mayoría no cuentan con los minutos que les gustaría. Tampoco ha ayudado, en este sentido, las lesiones: Umtiti, por ejemplo, se había ganado el puesto y estaba a un nivel altísimo. La baja de Messi, por su parte, afectaría a cualquiera: no en vano él hace mejor a sus compañeros.
Por otro lado, hay rotaciones y rotaciones. El partido contra el Celta no se pierde por ello, pero sí que es cierto que ante un rival que te plantea una defensa hombre a hombre, y sin Messi, prescindir de Iniesta es un lujo que uno no debería tomarse.
Defensivamente, por tanto, el equipo está sufriendo más de lo deseado, especialmente tras la baja de Umtiti. Solo 8 equipos de Primera han encajado más goles que el Barça. Ofensivamente, en cambio, la situación no es alarmante: cierto es que la falta de Messi se traduce en menos control y menos ideas, pero el equipo sigue generando ocasiones y marcando goles.
El Barça, en definitiva, se ha mostrado irregular hasta ahora. No obstante, esto es muy largo y, con todos sanos, las sensaciones han sido positivas. El equipo necesita tiempo, conseguir aclimatizar mejor a los fichajes y recuperar efectivos. Eso, y subsanar sus problemas defensivos.