Ya se cuenta en horas el tiempo restante para la final de la Champions League, el partido más esperado a nivel de clubes de toda la temporada. Real Madrid y Liverpool se van a enfrentar en el que probablemente sea el mejor partido del año, quizá no en cuanto a espectáculo (porque eso no se puede saber), pero sí en cuanto a lo que significa. La 14ª para el Madrid o la 7ª del Liverpool. A continuación, los argumentos que colocan al equipo de Klopp como favorito para levantar la orejona.
La suficiencia de sus victorias
El Liverpool es uno de esos equipos que no se conforma con ir uno o dos goles arriba en el marcador, uno de los que si puede meterte cinco o seis no se va a contener. No considero que sea el caso, pero dice mucho, sobre todo, en materia de actitud. Su historial en la Champions esta temporada es casi perfecto: fase de grupos perfecta (6V) con goleadas como el 1-5 al Porto; en octavos eliminaron al Inter ganando 0-2 en Italia y a pesar de la derrota 0-1 en Anfield, su única derrota en UCL este año; superaron al Benfica 1-3 y 3-3, su único empate en UCL este año; y dejaron en semifinales al Villarreal tras vencerlos 2-0 en Anfield y, pese al susto de la primera parte, completar una segunda mitad espectacular en La Cerámica y rematar el partido 2-3. En Premier League han perdido tan solo 2 partidos, creo que no hace falta decir mucho más.
El momento de forma
Pese a que es cierto que la exigencia de los partidos también puede ser negativa, el Liverpool todavía no quitó el pie del acelerador en ningún momento. El Madrid, con su competición doméstica ganada desde hace algunas jornadas, entró en un estado de relajación evidente en el que jugadores menos habituales se volvieron protagonistas. Con esto no quiero decir que los jugadores que están descansando se hayan olvidado de jugar en dos o tres semanas, sino que es todo mental. El Liverpool viene de pelear la Premier hasta la última jornada y de no salir campeón de la misma por una remontada épica del Manchester City. Están enchufadísimos y más que mentalizados de que el partido de este sábado es el más importante de la temporada. Van con todo, y lo van a demostrar.
Jürgen Klopp
Klopp es un genio. Es el mejor entrenador de la historia reciente del Liverpool, y puede que de su historia en general. Y esto que digo no es poco, recordemos de qué equipo estamos hablando. Junto al Manchester United, es el equipo más laureado de Inglaterra, ambos con 66 títulos, bastante por encima del tercero, el Arsenal (48). El entrenador ‘red’ tiene una capacidad de análisis y adaptación envidiable, además de un estilo de juego propio muy vertical y dañino. Veremos qué plantea ante el Real Madrid.
La liga más competitiva del mundo
Se diga lo que se diga, el Liverpool está acostumbrado a grandes partidos. Su camino hasta la final de la Champions quizá fue más sencillo que el del Real Madrid, o quizá simplemente los equipos que enfrentó tienen menos caché a nivel de club, pero todos estaban donde estaban por merecimiento y por sus buenas actuaciones, por lo que todos supusieron un reto, como se terminó demostrando. Además, el Liverpool vive en la competición con más equipos “grandes” de Europa, una competición en la que tienes que dar el 100% cada semana y en la que se enfrentan habitualmente a equipos que podrían estar en Champions. Por supuesto esos enfrentamientos no tienen el significado de una final de UCL, pero a lo que me refiero es a que están acostumbrados a las dificultades y a los grandes rivales, es el pan de cada día. Tras protagonizar un sprint final memorable con el Manchester City, el Madrid será uno más en la carrera hacia la gloria.
El duelo físico
Un partido como este está marcado por la intensidad y el físico. Los jugadores tienen las revoluciones por las nubes en cada jugada ya que un mal pase puede tirar por tierra todo el trabajo duro de una temporada europea. En eso, los de Klopp también tienen ventaja, no solo porque la intensidad y el físico sea una de las características principales de la Premier League respecto a otras ligas, sino por los propios jugadores. Máquinas físicas como son Mané, Van Dijk, Alexander-Arnold, Robertson o Konaté. Como el partido entre en un terreno en el que el físico marque la diferencia, el Liverpool llevará la ventaja, eso seguro.
Imagen de cabecera: Liverpool FC