En el último programa de EstrELLAS a Escena pudimos contar con Yulema Corres, jugadora de Athletic, que fue protagonista en la victoria por 4-1 ante el Alavés, un encuentro especial para ella al ser Vitoria su tierra natal. “No había vivido un derbi como tal, así como con la Real, y la verdad es que es especial. Tenía muchas ganas de jugar ese partido y encima salió bien para nuestra parte, así que todo perfecto”.
Con ese triunfo, el conjunto de Iraia Iturregi arrebató la cuarta plaza al Alavés y se colocó a solo dos puntos de los puestos que dan acceso a la UEFA Women’s Champions League. La dulce situación que vive el equipo rojiblanco contrasta con la del año anterior, en la que se llegó a luchar por no descender. ¿Qué ha cambiado? “Un poco todo. Cuando Iraia llegó, estábamos en una dinámica que era mala. Y nos dijo que no podía meter todos los contenidos que le gustaría iniciando una temporada, y este año se ha notado. El preparador físico está haciendo un muy buen trabajo también. Además, hemos metido una sesión doble los miércoles. El trabajo da sus frutos, también hemos aumentado la intensidad con la que se trabaja. Está saliendo todo bien”.
Así pues, el Athletic vuelve a luchar por grandes cosas, aunque Yulema prefiere ser cauta. “Yo no pondría la Champions como objetivo. No lo hablamos tampoco en el vestuario. Sabemos que después de la temporada pasada el objetivo era mejorar lo que teníamos. Y eso sí lo estamos consiguiendo. Muy mal se tiene que dar la segunda vuelta para pasar tantos apuros como el año pasado. En esa parte estamos muy contentas”.
Mente sana, cuerpo sano
Yulema explicó lo importante que fue para ella la ayuda de un psicólogo para afrontar la grave lesión de rodilla que tuvo que superar hace algunas temporadas, y que le llevó incluso a pensar en la retirada.
“Fue muy complicado. Porque te hace replantearte todo. Recaía todo el rato de lo mismo y veía que no estaba bien. Decidí ir a un psicólogo y es de las mejores cosas que he hecho en mi vida. Porque hay que trabajar en una misma, conocerse mucho, y saber gestionarlo todo. Son momentos muy difíciles. Estar en Primera División, quieras que no, hay mucha presión, sobre todo en el aspecto individual. Lo que más me dolía era no participar, no estar disponible. Ser, entre comillas, una carga para el club. Me hizo replantearme todo, si mi cuerpo dice ‘ya está’… Pero igual no era mi cuerpo, era mi mente. Y eso se puede arreglar. El psicólogo me ha ido muy bien, y de momento no lo voy a dejar, porque me ayuda bastante. Y de verdad, lo necesita todo el mundo, da igual que digas que estás bien. Es lo mejor que hice en mucho tiempo”.
🎙 @CorresYulema sufrió una grave lesión que le hizo pensar en la retirada.
Hoy, Yulema Corres ha recuperado una de sus mejores versiones. Suma cuatro goles (Eibar, Alavés y doblete ante el Valencia) y es una asidua en las alineaciones. “Estoy contenta, y puede sonar un poco raro, pero yo en los goles no me fijo mucho. Me importa aportar al equipo y lo que necesite la entrenadora, ya sean 10 minutos o todo el partido”. Precisamente el ataque rojiblanco está muy enchufado: Lucía, Azcona, Peke y la propia Yulema están aprendiendo a convivir en un mismo sistema, como se pudo ver en el último encuentro ante el Alavés. Entre las cuatro suman 17 de los 23 goles que lleva anotados el Athletic.
“Son delanteras muy buenas. Hay mucha competencia, que eso también es bueno. Otros años igual esto no lo teníamos. Sabemos que Iraia lo tiene difícil para poner el once. Que juegue la que más se lo merece y que consigamos los tres puntos”, señala la vitoriana. Una delantera que no le vendría mal a las leonas es Amaiur Sarriegi, que dejó el club hace dos veranos tras una buena temporada en el filial y ahora es una de las estrellas de la Primera Iberdrola e internacional con España.
“Son cosas que no me compiten a mí. Tampoco tengo una opinión sólida sobre ello. Está a la vista que Amaiur es una jugadoraza y lo está demostrando. Yo creo que también lo habría demostrado aquí, estoy segura. Pero decidieron o decidió ella marcharse. Hay gente que se va, gente que vuelve. Convivimos con ello. Es difícil cuando se van, pero ojalá le vaya muy bien”. ¿La ve volviendo algún día a Lezama? “Bueno, eso no sé. Muchas jugadoras tienen las puertas abiertas, no se les cierra a nadie. Pero eso ya se lo pensará ella”.
Otra jugadora que dejó el Athletic ese mismo verano fue Damaris Egurrola, protagonista en las últimas semanas por cambiar de Selección ante el conflicto que mantiene con Jorge Vilda. “No tengo mucha idea sobre ello, la verdad. He hablado con Dama alguna vez y sé que está bien allí (Lyon). Sabemos de lo que es capaz y por eso está donde está. Será una cosa de ella y el seleccionador, no tengo ni idea. Ojalá lo hubiesen podido solucionar”.
Luchar por unas condiciones mínimas
El Athletic es un ejemplo a seguir desde hace años por su profesionalidad con la sección femenina, mucho antes del convenio colectivo. Sin embargo, Yulema está a favor de luchar por cambiar las cosas también para aquellos equipos donde no se están cumpliendo las condiciones pactadas, como es el caso del Rayo Vallecano. ¿Habrá huelga?
“Sí que se ha hablado, se ha comentado. Las cosas hay que hacerlas bien, no hacerlas a prisa. Hay motivos, porque por temas de televisión, profesionalización y convenio, hay cosas que se quedan colgando y las perjudicadas siempre somos nosotras. Si todas las jugadoras de Primera División consideramos que hay que hacerlo, se hará. Pero que sea en un momento en el que estemos acorde, nos unamos a lo mismo y saquemos provecho. Ojalá no lleguemos a ese punto, pero es importante el convenio, es lo que te lo regula todo. Es importante luchar no tanto por nosotras, porque no tenemos esa situación, sino por aquellas que no disfrutan de unas condiciones mínimas”.
En caso de conseguir una liga profesional, y dado el crecimiento deportivo que está experimentando la Primera Iberdrola, la idea de una retirada cercana parece haberse esfumado. “Es verdad que ahora por cómo está el tema sí me gustaría alargar más mi carrera. Siempre digo que ojalá pueda jugar durante mucho tiempo, pero a la edad de Erika o Vane seguro que no llego (risas). Y sabiendo que me puedo volver a lesionar, pero esta vez sin meterme en ese pozo, salir cuanto antes para volver a jugar. Si el cuerpo dice que no, ya sabría decir que es mi cuerpo, no mi mente”.
Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).
