Yeray Álvarez, en línea de salida

El futbolista español Yeray Álvarez, del Athletic de Bilbao, aseguró hoy que ya se encuentra en «la recta final» de su recuperación tras superar un cáncer testicular del que recayó en junio.

«Esta es la séptima semana después del tratamiento, y es ahí donde empezó mi pretemporada. Prácticamente se puede decir que estoy en la recta final. He empezado a entrar con el grupo poco a poco y estoy cumpliendo los plazos previstos. Estoy muy contento de haber superado esto«, afirmó en rueda de prensa.

Yeray sufrió en junio una recaída y tuvo que abandonar la concentración de la selección española sub 21 durante la disputa del Europeo de la categoría.

Ahora el jugador reclama prudencia para su regreso. «Vamos poco a poco. Poco a poco iré entrando, pero de momento, muy suave todo. Lo que quiero ahora es sentirme bien, recuperar las cosas del fútbol, volver a sentirme jugador, estar con mis compañeros y disfrutar entrenando con ellos«, explicó.

Yeray recordó las dificultades que tuvo que superar. «La primera noticia es la más impactante. Te predispones para jugar un europeo sub 21 y de repente te llega esta noticia. Son momentos duros en los que te vienen muchas cosas a la cabeza, pero ya sabes que estás expuesto a que en alguna revisión te pueda llegar ese palo», relató.

Para el futbolista, lo peor vino después, con la quimioterapia y «el cansancio y los síntomas«. «La palabra miedo, no. Es la incertidumbre de qué me va a pasar, de qué síntomas voy a tener. Pero una vez que tuve la primera sesión, luego lo llevé mucho mejor«, confesó.

Yeray extrae conclusiones positivas de esta experiencia. «Lo más importante es tu vida, vivirla como puedas y apoyarte en la gente que te quiere«, dijo.

Y añadió: «Ahora valoro mucho más las cosas que antes. Antes igual no te dabas cuenta de lo que la gente te apoya y te anima, la gente del fútbol, tu familia, y también gente que está pasando por lo mismo».

El futbolista del Athletic recordó con emoción el homenaje de sus compañeros del equipo al cortarse el pelo y recibirlo en el vestuario.

«La primera imagen que recuerdo fue la de Iturraspe rapado. Ese momento fue muy emotivo para mí, no me lo esperaba. Fue algo muy grande de mis compañeros», destacó.