Paco AGUILAR – Es absolutamente una ucronía, pero no deja de ser un ejercicio interesante analizar que hubiera pasado si el Barça, que fue el primer club al que L’Equipe se dirigió en España, hubiera aceptado el ofrecimiento que le hizo el diario deportivo francés para disputar la primera edición de la Copa de Europa (1955/56), que fue por invitación. La historia es curiosa y la escribe de su puño y letra Jean Phillippe Réthacker, uno de los ideólogos de la competición, periodista francés fallecido en el 2003, en su libro ‘La fabulosa historia de las Copas de Europa’.
Todo empezó cuando Carlos Pardo, un conocido periodista catalán, ya fallecido también, uno de los primeros en establecer contactos internacionales, que colaboraba con la publicación francesa, facilitó una reunión en Barcelona, concretamente en el despacho del director de El Mundo Deportivo, que entonces era José Luis Lasplazas. La improvisada cumbre fue en la vieja e inolvidable redacción de la calle Tallers. Asistió el presidente del Barça, Francisco Miró Sans y el de la Federació Catalana de Futbol, Agustí Pujol.
Los franceses les explicaron su idea de crear una competición entre los mejores clubs de Europa (bajo el nombre de Coupe des Clubs Champions Européens) para disputarla a lo largo de la temporada, conviviendo con la Liga y la Copa de España. Con cierta cortedad de miras, los dirigentes del FC Barcelona y la Federació Catalana dijeron que no les interesaba, que esa competición no iba a tener el más mínimo futuro, que las Copas de Europa debían disputarse en verano. Que los días entre semana eran para entrenar, que en invierno hacía mucho frío por ciertos países europeos que iban a participar en la competición.
Cuenta Réthacker que no entendieron nada, que frustrados iban a volver hacia París, cuando el propio Carlos Pardo (al que el Real Madrid debe un homenaje) contactó con Raimundo Saporta, un auténtico genio de los despachos que hizo historia y acabó siendo el cerebro junto a Pablo Porta del mundial de España 1982. El dirigente blanco convenció a Santiago Bernabéu, entonces presidente, que tampoco veía, como los catalanes, muy clara esa competición.También fue decisiva la intervención de Juan Tuzón, a la sazón, presidente de la Federación Española de Fútbol.
El caso es que se celebró una cumbre en Madrid y al dia siguiente viajaron a París para firmar en el acta de fundación de la Copa de Europa. La historia ya es conocida, el Real Madrid ganó las cinco primeras ediciones de la Copa de Europa y se convirtió en equipo legendario.
Ladislao Kubala. Icono del Barça de la década de los 50
Lo cierto e indiscutible es que en aquellos momentos el Barça de Ramallets, Basora, Segarra, Biosca, Kubala y Luis Suárez era potencialmente igual o mejor equipo que el Real Madrid. Por eso se dirigieron a la entidad barcelonista los periodistas de L’Equipe para invitarles a ellos para que representaran al fútbol español. Era el Barça de las ‘cinc Copes’ que dominaba aquí y en Europa donde había ganado la Copa Latina (la competición internacional más importante en aquellos tiempos) y la Copa Martín Rossi, enfrentándose al ganador de la Copa Mitrota (entre clubs centroeuropeos).
El mismo tremendo error del Barça también lo cometieron los equipos ingleses que no quisieron participar en esa primera edición de lo que hoy es la Champions League, la mejor competición a nivel de clubs. Los 'british' lo hicieron por orgullo, porque creían que estaban muy por encima de los clubs de fútbol del continente.
Es cierto que la primera Copa de Europa fue por invitación, que no fue entre campeones de Liga, pero también lo es que el FC Barcelona cometió uno de los errores más importantes de su historia. No hubo, como dicen algunos, presión gubernamental, fue falta de visión, la misma que tuvo Raimundo Saporta para meter al Real Madrid en la Copa de Europa. Fue un auténtico auto gol del Barça. Las cosas como son.
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