El club londinense ha empezado esta temporada su nueva andadura en el Estadio Olímpico de Londres, más conocido como London Stadium. Antes, su casa era Upton Park, que en breve será demolida para la construcción de edificaciones. Este cambio de estadio se produjo, entre otras cosas, para dar solución a la demanda de público.
En estos momentos, en el London Stadium pueden entrar alrededor de 60.000 personas, pero el club pretende aumentar el aforo unos 6.000 asientos. Para ello, ha tenido que tomar una decisión drástica en cuanto a una costumbre muy habitual entre gran parte de los aficionados del West Ham en Upton Park (antes) y en el London Stadium (ahora). Esta «mala» costumbre es la de ver gran parte del partido de pie, lo que, en el nuevo estadio, provoca que el aforo no pueda ser aumentado debido a problemas de visibilidad para esa pequeña parte del estadio que se intenta ampliar.
El que escribe tuvo la maravillosa suerte de poder ver uno de los últimos partidos del West Ham en su antiguo estadio. Y sí, puedo confirmar esta costumbre o manía de la hinchada hammer (no es la única ni mucho menos). Estaba en una de las zonas más «refinadas» del estadio, pero allí también se (nos) levantaban cada vez que un equipo se acercaba a portería, en los córners y en las faltas cercanas al área o que iban a ser colgadas al área.
Sin desviarnos de la importante, la noticia, el club repartió el pasado fin de semana en el London Stadium unos folletos informativos acerca de esta nueva norma y de las consecuencias que se llevarían a cabo en caso de incumplimiento de la misma.
Como bien comenta La Media Inglesa, el Liverpool trató de hacer algo similar y, finalmente, tuvo que desistir en su lucha. Aún está por ver si el club de David Gold y David Sullivan consigue ampliar el aforo del London Stadium haciendo sentar a todos los aficionados el estadio.