El Espanyol ha vuelto a Primera. De donde jamás debió irse. El Espanyol ha vuelto, esta vez para quedarse. No hay mal que por bien no venga y lo que no mata te hace más fuerte. Los pericos vuelven a volar alto.
Cuando el trabajo se hace bien, se obtiene recompensa. Los de Vicente Moreno no lo tenían fácil. Cierto es que descendieron a Segunda con el presupuesto más alto nunca visto en la categoría, pero les faltaba lo más importante: confianza. Algo que con dinero ni se paga, ni se compra. “Teníamos una presión de la hostia, ahora ya lo podemos decir. En pretemporada no nos queríamos ni mirar a la cara. Éramos un equipo de sufridores, hemos llorado mucho, hemos sufrido mucho” comentaba Darder, en la entrevista post partido ante el Real Zaragoza, para Movistar Plus.
Un equipo roto, tocado y hundido. Un equipo que no vivía esta sensación tan amarga desde la temporada 93-94. Un equipo que ocupa la quinta plaza con más temporadas en la máxima categoría del fútbol español. Un equipo luchador, que de las cinco ocasiones en las que ha descendido a la categoría de plata, solo ha permanecido un año en esta. Un equipo soñador, que a punto estuvo de tocar el cielo de Europa en la temporada 06-07. Un equipo que con humildad y esfuerzo ha vuelto de donde jamás debió irse.
Vicente Moreno, alias “El Patrón”. Él ha sido el hombre que cogió al equipo cuando parecía el Titanic a punto de hundirse y le dio la velocidad de crucero que le hacía falta. Ha sido una pieza clave en este viaje que, a muchos les habrá parecido plácido y sencillo, pero ha tenido que atravesar mareas complicadas.
Pero un patrón no es nadie sin su tripulación. Este ascenso no hubiese sido posible sin ellos, los jugadores. Sin su esfuerzo, su compromiso y su dedicación. Un equipo que empezó este camino, tocado y hundido, pero ha llegado a puerto más fuerte que nunca. Un equipo que a falta de 4 jornadas para que acabe La Liga, cuenta con 78 puntos; de los cuales, 23 victorias, 9 empates y solo 6 derrotas. Y no solo eso, entre sus tripulantes se encuentran: el mayor asistente de la Smartbank; Adrián Embarba, el actual pichichi; Raúl de Tomás y el Zamora, Diego López. Un equipo con el que, sin pensártelo dos veces, navegarías contra viento y marea.
No puedo acabar este artículo sin hacer mención de un factor imprescindible en este viaje a Primera, el motor del Espanyol, su afición. Una afición que ha demostrado ser de Primera. Una afición que les vio bajar, y les ha hecho subir. Una afición de honor.
Ahora toca disfrutar, pericos. Porque os lo merecéis. Volvéis a casa, volvéis a volar alto.
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