Diego Armando Maradona es tema de actualidad casi de forma omnipresente cuando Argentina disputa grandes torneos. Más todavía desde que la figura de Leo Messi amenaza de forma latente y seria la hegemonía histórica del Pelusa. Considerado uno de los mejores jugadores de la Historia, para muchos el mejor, vivió diferentes etapas profesionales que, sin duda, marcó a todas los aficionados que pudieron verle en directo.
Maradona militó en un total de 6 clubes diferentes (Argentinos Juniors, Boca Juniors, FC Barcelona, Napoli, Sevilla y Newell’s Old Boys), ofreciendo su innata calidad y determinación en cada uno de ellos, sumándole una histórica etapa defendiendo los colores de ‘su’ albiceleste, que le permitió entrar en la Historia.
Un futbolista extraordinario, capaz de enamorar a conocidos y extraños, a aficionados propios como rivales. Un auténtico terror para las defensas rivales por su autoritaria calidad que marcó una época en el fútbol y que, ahora a sus 54 años, le permite seguir estando en el primer plano mediático cada vez que opina sobre cualquier tema de actualidad.
Sin embargo, existe una etapa de Diego Armando Maradona que no se produjo, que no vivió, y que quizás podría haberse convertido en una oportunidad única de verle de forma profesional (jugó amistosos allí) jugando en el fútbol inglés. Evidentemente, un futbolista de su calidad, que décadas después de su retirada sigue manteniendo su estatus de leyenda, tuvo ofertas de multitud de equipos, que tocaron a su puerta deseando tener una respuesta afirmativa a sus respectivas propuestas. Pero pocos fueron los clubes que pudieron disfrutarle in situ.
Inglaterra y Maradona pudieron vivir una etapa en común, cuando todavía militaba en las filas de Argentinos Juniors, en sus inicios como futbolista profesional. Una joven perla argentina comenzaba a dar que hablar, comenzaba a escribir páginas de un libro que, años después, tendría tintes dorados.
Hubiese sido en 1978. El entonces técnico del Sheffield United, Harry Haslam, comentó al club inglés la posibilidad de fichar a aquella perla de 17 años que ya comenzaba a enamorar. Conscientes de que no sería una operación sencilla (de hecho no dejaría el club hasta 3 años después, en 1981) se plantearon hacer frente el fichaje de Maradona. En un principio, Haslam estaba dispuesto a ofrecer en torno a 200.000 libras de la época por aquel joven argentino que tiempo después sería el mejor jugador del mundo.
Sin embargo, pese a contar con las ideas claras, con la cifra a ofrecer, con un interés cada vez más serio, el club acabaría por echarse atrás. La operación podría crecer, e irse incluso hasta el millón de libras, en una época donde el fútbol era más deporte que negocio. Y así, finalmente, el club inglés acabaría fichando a Alejandro Sabella (reciente seleccionador argentino), procedente de River Plate, por unas 160.000 libras (casi por el mismo precio de lo que hubiese costado Maradona).
Una historia que tiene poco recorrido entre los aficionados al fútbol, pero que, quien sabe, pudo cambiar el destino del fútbol, del jugador y evidentemente de un Sheffield United que aquella temporada posterior a su no-fichaje acabaría descendiendo de categoría. Años después, Maradona daría el salto a Europa, tras una etapa en Boca Juniors, y entraría en el Hall de la Fama histórico del fútbol mundial como uno de los mejores jugadores jamás vistos en un terreno de juego.
El día que Maradona no fichó por el Sheffield United. El día que el fútbol inglés perdió la oportunidad de albergar a una leyenda de la historia del fútbol.