Cuando te paras a pensar en la gran temporada del Villarreal, la que le mantiene todavía vivo en las tres competiciones y que le mantuvo 18 partidos consecutivos sin perder, recuerdas que sólo hace dos años estaba en Liga Adelante, sufriendo porque no se encontraba la tecla para subir a Primera. Ha transcurrido muy poco tiempo, pero el Submarino ha pasado de chapotear en el fango a surcar grandes océanos en apenas dos saltos.
El Madrigal lo sabía. También Marcelino, que recordó lo de que hace poco jugaban en Guadalajara o Miranda de Ebro. Sabía que enfrente llegaba un equipo invicto, que lo había ganado todo en esta Europa League y que ya en 2009 había conquistado terreno amarillo. El Salzburgo venía mermado tras las salidas de Alan, su máximo goleador, y Kampl, probablemente el jugador con más futuro de la historia de Eslovenia. Pero en Vila-real nadie quiso la etiqueta de favorito.
Aunque, desde luego, el Villarreal se la ganó desde el primer momento. Desde el pitido inicial, el partido adquirió un ritmo y una intensidad fuera de lo común. Ambos equipos presionaban arriba y dificultaban la salida de balón, provocando que se vieran pocas jugadas combinativas en la primera parte. Empezó golpeando el Submarino, siempre desde la zona de influencia de Denis Cheryshev, y casi siempre conectando con Vietto. Qué dos jugadores. Uno llegó cedido y al otro, que costó apenas cinco millones y medio, ya le quiere media Europa. Disfrutemos de ellos mientras podamos.
Un remate fuera del argentino tras un gran pase del ruso y un obús de Trigueros desde la frontal fueron las mejores ocasiones amarillas en el primer tramo. Se sacudió el Salzburgo minutos después haciendo que Asenjo se vistiera de héroe en dos ocasiones. Primero, sacando una pierna de oro en un disparo de Djuricin. La segunda es antológica. Una estirada descomunal en un cabezazo de Ramalho a la salida de un córner. El portero palentino evitó el 0-1 y dio alas a su equipo en el peor momento.
Porque el Villarreal respondió. Una cesión de cabeza acaba en las botas de Vietto, que con un control orientado deja sentado a un defensa y dispara al muñeco. El rechace lo recogió el más listo, Uche, que entró justito en la convocatoria y que marcó su primer gol desde que anotara el pasado tres de enero en el Martínez Valero. Tuvo de nuevo Vietto el 2-0 -otra vez tras un gran pase de Cheryshev- y también la tuvo Jonathan Soriano, que falló en el control justo en el momento de disparar. El delantero catalán estuvo bien controlado por la defensa amarilla en toda la primera parte.
La prioridad de Marcelino, repetida una y mil veces en la previa, era dejar la portería a cero. Pero esa pretensión se hizo añicos nada más arrancar la segunda mitad, cuando Víctor Ruiz derribó a Djuricin casi en línea de fondo. Jonathan Soriano engañó a Asenjo y puso el empate en El Madrigal.
Fue entonces cuando el partido se convirtió en un correcalles. El Villarreal fue con todo, y por momentos pareció un ciclón. Uche, por dos veces, falló a bocajarro ante Gulácsi, pero entre medias llegó la mejor jugada del encuentro, de nuevo llevada a cabo por la pareja de moda: Cheryshev cede de cabeza a Vietto, Vietto devuelve sin que el balón toque el césped y el ruso empala con la zurda, cruzado, imparable para el portero húngaro. En ese arreón la tuvo hasta Pina -probablemente, su mejor partido de amarillo-, que recortó en el área como un goleador pero disparó sin fuerza a las manos de Gulácsi.
Reaccionó el Salzburgo, que frenó las acometidas amarillas y fue capaz de acosar al rival con firmeza, mientras Marcelino buscaba salir a la contra: hizo entrar a Joel Cambpell y Gio por Jonathan y Uche. Verticalidad y velocidad. Sin embargo, en el tramo final el encuentro se volvió brusco, y entre falta y falta, Campbell se jugó la expulsión al llegar tarde a un cruce con Ramalho.
Así, con la misma intensidad del principio, terminó un encuentro que deja la eliminatoria totalmente abierta. La renta es mínima para viajar a Austria, pero con Cheryshev-Vietto en este estado de forma, hay muchas papeletas para estar en octavos.
Ficha Técnica
Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Jonathan dos Santos (Campbell, m. 66), Trigueros, Pina, Cheryshev; Vietto y Uche (Giovani, m. 69).
Salzburgo: Gulacsi; Schwegler, André Ramalho, Hinteregger, Ulmer; Sabitzer, Leitgeb (Keita, m. 63), Ilsanker, Bruno (Felipe Pires, m. 63); Djuricin (Berisha, m. 75) y Jonathan Soriano.
Goles: 1-0. Min. 32: Uche, tras un rechae 1-1. Min. 48: Jonathan Soriano, de penalti. 2-1. Min. 53: Cheryshev, de disparo cruzado.
Árbitro: Bobby Madden (Escocia). Amonestó a Tomás Pina (m. 37), Campbell (m. 84) y Jaume Costa (m. 90) por el Villarreal; y a Ilsanker (m. 17), Schwegler (m. 52) y Ramalho (m. 74) por el Salzburgo.
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de dieciseisavos de final de la Liga Europa disputado en el estadio El Madrigal ante 16.000 espectadores.