Lo que nos cuesta valorar y disfrutar del camino hasta breves instantes previos a la conclusión del mismo. Caemos en ese sentimiento de rutina durante el transcurso de cualquier proceso, independientemente de la duración del mismo, y tan solo intentamos de disfrutar de todos los pequeños detalles cuando somos conscientes de que terminará pronto. Nos pasa cuando vemos una serie, durante un curso o incluso la etapa universitaria o el instituto, en todo su conjunto, o con una temporada deportiva.
La trayectoria es siempre la misma: disfrutamos como un niño del inicio, de los primeros días y semanas cuando todo es nuevo y nos llama la atención cualquier estímulo. A continuación, caemos en la rutina e incluso en la pereza, donde hay capítulos o días en los que vamos al curso o a entrenar que desearíamos quedarnos en casa. Y por último, cuando nos damos cuenta de que se va a terminar, que son los últimos días y los capítulos finales, queremos disfrutar de todo lo que sabemos que va a terminar y que, a lo mejor, no regresará jamás.
Con las carreras de los deportistas nos pasa un poco lo mismo y en el mundo del motociclismo el claro ejemplo que estamos viendo hoy en día es el de Valentino Rossi. Sus mejores años pasaron, no volveremos a verle ser campeón del mundo, con casi total seguridad, y se antoja complicado que vuelve a ganar una carrera. O no. Pero no sobre la moto, sino desde el muro. El proyecto del ‘Doctor’ como jefe de equipo comenzó en 2014, en Moto3, y continúa hasta el día de hoy con el SKY VR46. Ha tenido equipos en Moto3, en Moto2, en ambas categorías durante la misma temporada, y este año, en 2021, además del equipo de Moto2 donde busca el campeonato con Marco Bezzecchi, el hermano de Valentino, Luca Marini, compite en MotoGP con los colores del SKY VR46 con una Ducati.
Eso ya fue un paso importante en nuestras ideas de que muy probablemente estamos ante la última temporada del dottore como piloto. Una idea que ha cobrado aun más fuerza en los últimos días cuando el canal Entertainment Sport & Media, perteneciente al holding de Abdulaziz bin Abdullah Al Saud, miembro de la familia real de Arabia Saudí, ha confirmado que Valentino Rossi tendrá un equipo propio en MotoGP, con dos motos, a partir de la temporada 2022. Y decimos equipo propio ya que la moto de Luca Marini, aunque lleve los colores del SKY VR46, está enmarcada dentro del Esponsorama Avintia, por lo que, en sentido estricto, Rossi aun no tiene equipo propio en MotoGP y puede compaginarlo de forma sencilla siendo piloto rival.
La creación del Aramco Racing Team VR46, que así se llamará el equipo según la cadena saudí, no implicaría la obligación de que Valentino dejase de ser piloto pero si la necesidad de dedicar más tiempo a la gestión de un equipo, a la par de que el ‘46’ siempre afirmó que dejaría de correr cuando no fuese competitivo. Son ya muchos años sin una victoria del de Tavullia, la temporada pasada, sin Márquez, tan solo subió una vez al podio y el inicio de temporada 2021 ha sido el peor en la historia del italiano en la categoría reina.
Si a ello le sumamos la dedicación de Valentino a entrenar con los pilotos de la academia y la felicidad que muestra cuando uno de sus pupilos gana una carrera, todo parece indicar que estamos llegando a los capítulos finales de la serie de Valentino Rossi. Tendremos que esperar a ver si se confirma el proyecto del Aramco Racing Team VR46, si se produce, quiénes son los pilotos; la lógica invitaría a pensar que uno de ellos fuese Luca Marini y que tanto Morbidelli como Bagnaia como el propio Bezzecchi tendrían muchas papeletas para acompañar al ‘10’. O quién sabe si un último servicio de Valentino compartiendo equipo con su hermano. Lo que está claro es que tenemos que disfrutar cada gran premio de Valentino Rossi como si fuese el último porque, probablemente, en unos meses sea el último. Y ese sentimiento de nostalgia que nos invadirá por no haber disfrutado del camino como debimos es inevitable como que, en esta vida, salvo el amor y la muerte, nada dura para siempre.
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