La noche de ayer la recordará para siempre un hombre: Oriol Soldevila. El futbolista del Intercity, canterano del FC Barcelona, consiguió un hat-trick que probablemente le dará la oportunidad de ganarse un buen contrato. Sin embargo, su equipo finalmente no pudo forzar los penaltis por el tanto de Ansu Fati en la prórroga. Una vez más, por cierto, nos quedó la sensación de tristeza por ver a un humilde conjunto jugando como si fuera visitante cuando teóricamente es local. Por momentos, el Rico Pérez parecía que tenía más aficionados culés. Es una conclusión dura del balompié español.
La mayoría de los conjuntos de primera, por culpa del formato, consiguieron el pase ayer. Desgraciadamente, los sorteos de esta competición están condicionados para que los mejores jueguen contra los que en principio son peores. Eso significa que los más humildes lo tienen muy complicado para llegar lejos. Ojalá tener algún día una Copa con sorteo puro, con opciones de ver un Barcelona-Madrid en la primera ronda en la que entran.
Más allá del mencionado gran envite de los alicantinos, los de Primera sufrieron. El Mallorca tuvo que recurrir a la prórroga en Pontevedra para pasar (0-2), la Real Sociedad venció por la mínima al Logroñés (0-1) y el Atlético de Madrid vivió un ambiente de élite en Oviedo (0-2). El único club que superó el escollo con tranquilidad fue el Sevilla: goleó 0-5 al Linares.
La gran sorpresa la dio el Alavés. 4 años llevaba Mendizorroza sin vivir balompié de este torneo. La vuelta fue brillante: vencieron a un conjunto de la máxima categoría. La víctima fue el Valladolid del gran Pacheta, que acabó alucinado con la expulsión de Feddal.
Hoy se jugarán tres choques: el Ibiza Islas Pitiusas recibe al Real Betis, Osasuna viaja al estadio del Nástic y Eldense y Athletic Club cierran los dieciseisavos de final.
Imagen de cabecera: RFEF