Un techo inalcanzable

Es oficial. El Levante se ha desinflado. La esperanza de que una alternativa se interpusiera entre los dos gigantes del fútbol femenino español y luchara por algo más que la tercera plaza ha muerto definitivamente. El conjunto granota, que llegó a estar cerca de Atlético y Barça con la temporada bien avanzada (a solo tres puntos de las culés en la jornada 16) ha encadenado cuatro partidos sin ganar y acumula una sola victoria en los últimos seis.

“Vengo al Levante UD a conseguir mi décima Liga Iberdrola», fueron las palabras de Sonia Bermúdez en su presentación. Era el fichaje más sonado del verano, una bomba que preparaba el club granota, apostando por fin por una sección femenina que tantas alegrías le había dado en el pasado. En su palmarés figuran cuatro Ligas y seis Copas de la Reina. La temporada pasada, sin embargo, estuvo a punto de quedarse fuera del top-8.

Parecía que todo iría a peor con la amenaza de despedida de Charlyn Corral, máxima goleadora de la pasada edición, pero el Levante sorprendió con su renovación y junto una delantera espectacular. Reforzó la portería con Paraluta, la defensa con Ruth García, Marta Corredera, Ona Batlle e Ivana Andrés y la creación con Claudia Zornoza y más tarde Estefanía Banini que rápidamente se convirtió en una de las jugadoras clave de equipo.

El inicio de curso, además, fue ilusionante; y futbolistas importantes en el pasado como Maitane, Alharilla o Jessica Silva también daron ese paso adelante. El empate ante el Barça en el Mini Estadi (0-0) y la ajustada derrota frente al Atlético en Majadahonda (2-0) refrendaron su condición de aspirante, que se reforzó más si cabe con victorias estelares ante la Real Sociedad (1-2), el Athletic (2-0) o el espectacular 0-6 ante el UDG Tenerife, cuarto clasificado en la 17-18.

Sin embargo, el ritmo impuesto por Atlético y Barça siguió siendo imposible de alcanzar: Las rojiblancas han sumado 63 de los 66 puntos en juego, mientras que el Barça tiene 57 (tres empates y una sola derrota). Los números del Levante, analizados desde la perspectiva de un equipo prácticamente nuevo y que la temporada pasada estuvo a un paso de quedar fuera de la Copa de la Reina, no son malos: Solo ha perdido tres partidos (Atlético, Barça y ahora Espanyol), ha sumado 13 puntos más que en la 17-18, es el tercer máximo goleador del torneo con 41 tantos y solo ha encajado 15 goles, los mismos que el indiscutible líder de la Liga Iberdrola.

Pero las expectativas creadas tras el mercado veraniego, los resultados cosechados a principios de curso y la calidad de la plantilla provocaron que la exigencia se duplicara. Hoy el Levante está a 18 puntos de la cabeza, cerca de los 21 de distancia que se quedó el Athletic, el tercer clasificado la temporada pasada. La regularidad inicial, en la que alternó grandes victorias con triunfos in extremis (gol en el 96’ de Banini ante el Albacete y en el 87’ ante el Sevilla, de Ruth en el 79’ contra el Betis o de Sonia en el 76’ frente a la Real Sociedad), se apagó en el último mes, donde el cuadro granota ha pinchado en cuatro partidos seguidos y ha sido eliminado de forma sorprendente ante el Sevilla en Copa de la Reina.

Las palabras de Joaquín García ‘Kino’, técnico levantinista, no dejaban lugar a dudas en septiembre: “El proyecto pasa por devolver al Levante donde merece. Podemos ser los animadores de la Liga y Copa de la Reina. Las jugadoras son conscientes del nivel que tenemos pero hay que ir con prudencia». A falta de ocho jornadas para el final, el Levante no tiene prácticamente opciones de meterse en Champions y no pasó de cuartos de Copa. Todo indica a que el próximo año, el segundo del proyecto, será el de la reafirmación, pero todavía quedan muchos pasos que dar antes de alcanzar la cima.