Un salto de calidad

España da un paso más en Europa. Un salto de calidad, un salto a otro nivel, a otro estatus. Por primera vez en la historia del fútbol femenino, un equipo español disputará una final en una competición europea de la talla de la Liga de Campeones. Esta vez será el FC Barcelona que, tras derrotar al Bayern de Múnich en semifinales (global de 2-0), se planta en la primera gran final continental de su historia. No obstante, en estos últimos tiempos no sólo han sido los logros del Barcelona (que deben valorarse enormemente), sino también los del fútbol femenino español en general los que deben alabarse y destacarse por encima de todo.

Así pues, en los últimos años, el salto de nivel del fútbol femenino español ha sido exponencial. A día de hoy, cuesta imaginar una competición europea (tanto en categoría masculina como femenina) en la que no haya un equipo español. Sin embargo, esto no era así hace unos años. No hace mucho, el fútbol femenino español no veía la luz al final del camino y parecía que costaba que alcanzara el nivel del fútbol europeo. Ahora las cosas, por suerte (y con motivo de la constancia y el trabajo), han cambiado. Es cierto que aún queda camino por andar y que países como Alemania, Francia o Inglaterra van a la cabeza en nivel y potencial de juego, pero España ya no está tan rezagada. 

Ejemplo de ello son los buenos resultados de la selección femenina española en torneos europeos (con victoria incluida, como en la Copa Algarve 2017 o la Copa Chipre 2018). No resulta sorprendente ver a España alcanzando finales o venciendo, como ocurrió a inicios de este 2019, a la vigente campeona de Europa, Holanda. Así pues, a nivel de clubes, el salto de calidad también ha sido evidente. El mercado europeo ha comenzado a abrir sus puertas a España y cada vez más jugadoras internacionales visten la elástica de equipos españoles. Asimismo, el interés de los equipos europeos por jugadoras de dentro de nuestras fronteras también se ha acrecentado sobremanera. 

Por otro lado, resulta muy favorecedor y de valorar el hecho de que televisiones privadas españolas pongan sus ojos en el fútbol femenino español y decidan dedicar su ‘prime time’ a la retransmisión de, por ejemplo, la final de la Copa de la Reina. Así ocurrirá el próximo 11 de mayo a las 20.30h en Telecinco, donde se retransmitirá dicha final, celebrada en el estadio granadino de Los Cármenes, entre el Atlético de Madrid y la Real Sociedad. De este modo, que el FC Barcelona haya alcanzado la final de la Liga de Campeones supone dar un paso más y marca un antes y un después en la historia de nuestro país en cuanto a eventos europeos.

Junto a ello, el hecho de que el Atlético de Madrid (eliminado en octavos de final por el Wolfsburgo) se deshiciera de un gran equipo como es el Manchester City en dieciseisavos de final dice mucho de nuestro fútbol y, cómo no, del potencial que éste maneja. Ahora la historia llama a las puertas del FC Barcelona (que se enfrentará al cinco veces campeón del título, el Olympique de Lyon, el próximo 18 de mayo) pero también del fútbol español. Es más, en caso de que ellas ganaran y sus homólogos masculinos hicieran lo mismo (el Barcelona de Messi está a un paso de colarse en la final de la Champions) se produciría un hecho sin precedentes en el fútbol europeo: un mismo club coronándose rey de Europa en categoría masculina y femenina y, además, haciéndolo en la misma temporada. La historia llama y España, sin duda, responde.