El Fundación Albacete ha dicho “sí”. Sí, a seguir luchando en la
élite. Sí, a continuar la aventura en la máxima categoría. Sí, a la permanencia
en Primera División. El mejor lugar donde quedarse. Después de una temporada
llena de altibajos, viviendo una auténtica montaña rusa de emociones y
resultados, el equipo manchego puede decir, a falta de dos jornadas para el
cierre de esta temporada 2017/2018, que sigue siendo un equipo de Primera.
Dos fines de semana para disfrutar, para saborear cada minuto
sobre el terreno de juego. Para, en definitiva, gozar de poder jugar al fútbol.
Dos partidos – ante Athletic Club y Valencia – en el que las jugadoras del
Funda tendrán la oportunidad de liberar toda esa tensión acumulada a lo largo
de la temporada. El miedo a caer en la zona roja de la tabla agarrota y, por
desgracia, las manchegas se han visto al borde del abismo a lo largo de todo el
curso. Dicha presión no les ha permitido brillar sobre el rectángulo de juego de
la manera en que les habría gustado. Sin embargo, su tesón y sus ganas de
continuar un año más en la máxima categoría han pesado más y han decantado la
balanza hacia la permanencia.
Una temporada en la que las pupilas de Carlos del Valle han tenido
incluso que hacer frente a 11 largas jornadas sin conocer la victoria – ocho de
las derrotas fueron de manera consecutiva –. Todo un desafío físico, y sobre
todo mental, para un equipo que aún se recuperaba de lo vivido en la pasada
campaña, la 2017/2016, donde las manchegas tuvieron que esperar hasta el último
minuto para confirmar su permanencia en Primera. Esta vez, sin embargo, la
fiesta pudo adelantarse. Todo ello, sin duda, gracias a un último tramo de
temporada en el que las del Funda se pusieron las pilas.
4 victorias, 2 empates y 2 derrotas en las últimas ocho jornadas.
Un sprint final, liderado por una fantástica Alba Redondo – 16 goles –, que les
ha permitido dejar de contener la respiración y olvidarse, por lo menos en lo
que queda de temporada, de la zona roja de la tabla. Los tres puntos logrados
en la última jornada disputada, la número 28, valían oro y las albaceteñas se
dejaron la piel para conseguirlos. Un 4-0 ante un Santa Teresa que,
desgraciadamente, confirmaba su descenso.
Un triunfo final para las de Albacete que les impulsaba hacia la
superficie y confirmaba lo que tanto estaban esperando, que seguirán respirando
el aire de Primera División, al menos, una temporada más. Un año más, el que
será el quinto consecutivo. Un lustro en la máxima categoría. Cinco temporadas
disfrutando en la élite del fútbol femenino español. Cinco años del Fundación
Albacete en Primera División. ¡Y que sean muchos más!
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