Hace unos días, cuando el director de este medio me proponía tener un espacio para escribir, plasmar ideas, sensaciones, inquietudes, hablar sobre fútbol y deporte en general, sintiéndome libre; pensé que lo mejor sería empezar desde el principio.
El primer año que tuve la oportunidad de sentarme tan cerca de un terreno de juego que casi podía tocar el césped y sentir el sonido del balón rozando las botas de cada jugador, que podía ser testigo de la fuerza con la que cada miembro del equipo empujaba con ilusión y se dejaba la piel en cada pase y carrera; esa primera vez que sentí que el fútbol me había atrapado para siempre, fue en el norte. Concretamente fue muy cerca de dos equipos que siempre llevaré en mi corazón: la Real Sociedad y el Eibar.
Muchas veces a los periodistas deportivos se nos pregunta cuál es nuestro equipo favorito, de qué jugador llevamos la camiseta cuando animamos desde casa. Pues bien, yo siempre digo lo mismo. Yo me siento cerca de aquellos equipos que formaron y forman parte de mi vida, de aquellos que te hacen sentir uno más, de los que, sin querer, te roban un pedacito de corazón por todo lo que vives y te esfuerzas cerca de ellos.
Pues bien, hoy quiero hablar del actual líder de LaLiga: la Real Sociedad. Que, además, hoy juega una de sus primeras finales de la temporada en Europa League. No sorprende que ese sea su lugar ahora mismo en la clasificación, la contundencia que demuestran en cada partido y el fútbol que despliegan los ha llevado hasta ahí, no es casualidad. Desde Imanol Alguacil -que, por cierto, tomaba las riendas del club durante nueve partidos en la temporada que yo estuve allí- hasta el último fichaje del club, David Silva. Vayamos por partes. El líder, Imanol, ha sido capaz de edificar un muro sólido en defensa que se ha convertido en el segundo más eficaz de LaLiga, después del Atlético de Madrid. El candado en la portería se ha encargado de echarlo Remiro, 4 goles encajados por el momento. La pareja de centrales, Aritz Elustondo y Le Normand, da estabilidad a la retaguardia realista, Andoni Gorosabel custodia el lateral derecho a la par que aporta en ataque; y Nacho Monreal aporta esa veteranía y buen hacer al flanco izquierdo.
En el centro de campo, Mikel Merino aporta organización y es el jugador que más duelos aéreos gana del equipo. Además, David Silva llegó en el mejor momento, tras la necesidad que creó la salida de Ødegaard. El capitán, Oyarzabal, parece tocado por una varita, pichichi de LaLiga con 5 goles y es clave a la hora de crear el juego de los guipuzcoanos. Pero no es el único que aporta en la delantera, ni mucho menos, seis futbolistas más de la plantilla ya han visto puerta. Además, todas las victorias, hasta la fecha, han sido por goleada.
Pero a esto hay que añadir la importancia que Imanol ha otorgado a la cantera txuri urdin desde su llegada. Zubimendi, Roberto López, Barrenetxea y la vuelta de Guridi y Merquelanz, por ejemplo, demuestran que este proyecto tiene mucho futuro. Ahora mismo su futuro más inmediato pasa por intentar lograr una victoria en su casa esta tarde ante el AZ Alkmaar. Veremos qué sucede, pero queda claro que el actual líder de la clasificación no deja indiferente a nadie. Ni a aquella periodista que se sentaba por primera vez en la banda del, ya antiguo, estadio de Anoeta.
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