Mientras la temporada 2022 de MotoGP está inmersa en la gira asiática previa a la traca final de Valencia, la parrilla de 2023 ya está complemente definida. Con dos pilotos menos que ahora por la salida de Suzuki, serán 22 pilotos de seis constructores distintos con una sexta marca en discordia, ya que KTM pintará las motos del Tech 3 de GasGas, una de las firmas del grupo. De esos 22, solamente 13 se mantendrán en el mismo equipo.
Habrá tres novedades en los equipos oficiales: Joan Mir sustituirá a Pol Espargaró en Honda y Enea Bastianini reemplazará en Ducati a Jack Miller, que se quedará con la KTM de Miguel Oliveira.
Por su parte, tres pilotos pasarán de ser oficiales a independientes: Pol Espargaró será la punta de lanza del mencionado proyecto GasGas; Álex Rins llegará al LCR Honda procedente de Suzuki; y Miguel Oliveira recalará en el RNF, equipo que cambiará Yamaha por Aprilia.
Su compañero será uno de los dos pilotos que cambian de un equipo independiente a otro: Raúl Fernández, que llega desde el Tech3. El otro será Álex Márquez, que llevará la Ducati del Gresini procedente del LCR Honda.
Tres pilotos de este 2022 no seguirán, entre ellos la pareja del RNF Yamaha: Andrea Dovizioso ya ha colgado el casco sin esperar a final de curso y Darryn Binder está buscando acomodo en Moto2 tras haber saltado directamente de Moto3.
El otro es el australiano Remy Gardner, que tras proclamarse campeón mundial de Moto2 en 2021 solamente ha durado un año en la categoría reina. En las filas del KTM Tech3, el equipo más flojo de la parrilla en este 2022, el hijo del campeón mundial de 500cc en 1987 pondrá rumbo al Mundial de Superbike tras ver cómo la marca austriaca le anunciase que no contaban con él cuando el mercado de fichajes de MotoGP ya estaba cerrado.
Su puesto lo ocupará el español Augusto Fernández, vigente líder de Moto2 y que a sus 25 años tendrá la oportunidad de debutar en la élite del motociclismo después de una carrera deportiva plagada de vaivenes en la que antes de llegar al paddock mundialista pasó por el del WorldSBK -ganando la European Junior Cup y corriendo en Superstock 600-, el del RFME CEV -conquistando el nacional de STK600- y el del FIM CEV -en el Europeo de Moto2-.
Ahora está ante la oportunidad de su vida… y ante un caramelo envenenado. Lo es por dos motivos: uno tiene que ver con el pasado, el otro con el futuro.
Desde que KTM -que llegó a MotoGP en 2017- amplió su presencia a cuatro motos con el Tech3 en 2019, la asociación de la marca austriaca con el equipo francés se ha convertido en una auténtica trituradora de pilotos. Salvo el portugués Miguel Oliveira -y ahora Raúl Fernández-, todos los que han pasado por allí han acabado fuera de MotoGP en uno o dos años.
El malasio Hafizh Syahrin llegó en 2019 y al año siguiente estaba en Moto2. Le sustituyó Iker Lecuona, que tras dos años ha tenido que poner rumbo a Superbike. El año pasado aterrizó Danilo Petrucci y ahora está en el MotoAmerica. Estos dos últimos salieron para hacer hueco a Remy Gardner y Raúl Fernández, que venían de arrasar con el resto en Moto2. El primero se va a Superbike y el segundo encontró un sitio sobre la bocina.
Mirando al futuro, Augusto Fernández tiene un panorama realmente complicado para lograr quedarse más de un año en el Tech3. ¿Por qué? Por la suma de dos motivos. El primero es que KTM ‘solo’ tiene cuatro motos en parrilla, y las dos oficiales están cogidas hasta 2024: Miller ha firmado por dos años y Brad Binder firmó un contrato larguísimo que le vincula hasta dicho curso.
Así pues, son las motos del Tech3 las que todavía no están asignadas para dentro de dos temporadas… cuando posiblemente quiera hacer su desembarco en la clase reina el niño prodigo al que desde Mattighofen tienen entre algodones: el murciano Pedro Acosta.
Si Acosta quiere subir a MotoGP en 2024, algo perfectamente factible, KTM tendrá que hacerle hueco, lo que obligaría a salir a uno de los dos pilotos de GasGas: o Pol Espargaró, todo un icono de la marca a la que llevó al podio de MotoGP y al top 5 del a general final… o a un recién llegado como Augusto Fernández, que podría seguir el camino de los Syahrin, Lecuona, Petrucci o Gardner.
Imagen de cabecera: Moto GP