Como el oro, el petróleo u otros bienes preciados, la valoración del veterano astro de la Roma Francesco Totti cotiza en alza, en la que se supone será su última temporada en el fútbol italiano. Capitán, máximo goleador e icono del club romano, Totti cumplet este 27 de septiembre 40 años, pero sus hinchas y admiradores no necesitarán buscar demasiadas estadísticas ni urgar en videos de archivo para revivir sus grandes hazañas: su talento no parece tener fecha de vencimiento.
El 11 de septiembre, la Sampdoria sufrió en carne propia lo que todavía es capaz de hacer Totti. Después de perderse los dos primeros partidos de la temporada por lesión, el astro romano ingresó tras el descanso con el partido 2-1 y propició la remontada de su equipo, con la asistencia para el empate de Edin Dzeko y el gol de penal cuando se acababa el partido. El domingo, fue el Torino el que sufrió su gol 250 por Liga y el 306 en total, aunque la derrota de la Roma por 3-1 no permitió que la celebración fuera completa.
Distinta había sido la historia en abril, cuando la Roma sí pudo completar la remontada ante el Torino. Otra vez entró con el partido 2-1 y, en cuatro minutos, dio vuelta el encuentro con un doblete, para provocar un delirio colectivo en el Estadio Olímpico. De acuerdo a la prensa italiana, la renovación de contrato que firmó en junio incluye un acuerdo para permanecer en el club como parte del staff técnico, pero el propio Totti se encargó de arrojar algunas dudas sobre su futuro.
«Tu cabeza es fundamental y es la que te ayuda en todo. Y la tranquilidad proviene de mi familia. Cuando la cabeza está bien, se nota en el terreno de juego», explicó Totti.
«¿Cómo vivo este último año como jugador? Lo disfruto con tranquilidad y día a día, con la mente libre. Entonces si me siento así, ¿por qué debería parar?», se preguntó Totti. Los aficionados, obviamente, esperan que su héroe haga un nuevo truco y en mayo anuncie que tiene previsto continuar con su asombrosa carrera.
El delantero llegó a la Roma con 13 años, en 1989, y desde entonces defendió siempre la misma camiseta. Su debut en la primera división fue en marzo de 1993, con 16 años, cinco después lució por primera vez el brazalete de capitán y en 2001 ganó su única Serie A.
Como internacional, su carrera alcanzó su punto máximo con el Mundial que ganó con Italia en 2006, pocos meses después de romperse el peroné izquierdo. En 2007 ganó el Bota de Oro como máximo goleador de Europa en 26 tantos.
El fallecido Nils Liedholm, una leyenda del fútbol italiano que dirigió a Totti en 1997, ya había anticipado su brillante carrera cuando lo veía crecer en los equipos juveniles. «La gente pagará una entrada sólo para verlo jugar», había vaticinado el sueco.
Si bien la cantidad de goles que anota Totti ha disminuido en las últimas temporadas, no lo ha hecho su eficacia. La última campaña firmó cinco goles en 13 partidos, todos ingresando desde el banquillo. Pero su promedio de casi un gol por cada hora jugada es incluso superior al del argentino Gonzalo Higuaín, que estableció un récord de 36 tantos en la temporada jugando para el Napoli.
El miércoles pasado, ante la posibilidad de anotar su gol 250 ante el recién ascendido Crotone, el entrenador Luciano Spalletti lo dejó como titular durante todo el partido. Y si bien no pudo convertir, Totti participó en tres de los cuatro goles, con una asistencia mágica para un gol de Dzeko.
Para aquellos hinchas que abonaron su entrada en el Estadio Olímpico, la actuación de Totti pagó ese billete, tal como lo había dicho Liedholm casi 20 años antes.