Año nuevo, vida nueva. Muchos aprovechan la renovación del calendario para renovar también la ilusión después de un 2022 más agrio que dulce. Toca redención para estos deportistas españoles que sueñan de nuevo con alcanzar la gloria.
Paula Badosa. 2021 fue el año de su explosión definitiva en el circuito WTA, conquistando Indian Wells y alcanzando las semifinales de la Copa de Maestras. En la primera mitad de 2022 llegó a ser número 2 del mundo, pero en la segunda entró en un bucle negativo del que no pudo salir, cayendo a las primeras de cambio en prácticamente todos los torneos desde septiembre. En el comienzo de curso suma cuatro victorias en cuatro partidos y sus primeras semis (Adelaida 2) desde abril. Solo una lesión le ha privado de llegar más lejos. En el Open de Australia buscará mostrar sus cartas.
Ricky Rubio. Un año entero en blanco. El base catalán no jugó ni un solo partido, ni un solo minuto en 2022. Su grave lesión de rodilla a finales del 2021 le dejó fuera de las pistas durante 380 días. Por entonces se encontraba en uno de los momentos más dulces de su carrera, liderando a los Cavaliers y siendo tanto el playmaker del equipo como el máximo anotador. Para Ricky, el 2023 es un año especial, el año de su vuelta. «Trabajé duro todo este año solo para estar sano y estoy agradecido de jugar a baloncesto de nuevo», dijo tras disputar sus primeros minutos en la madrugada de este viernes: 9 puntos, 3 rebotes y una asistencia en 10′. Esperamos lo mejor de él.
Carolina Marín. Su vuelta a las pistas el pasado año fue por la puerta grande, con la conquista del Europeo en Madrid. Sin embargo, la onubense no volvió a ganar ningún título desde entonces. Su ambición desmedida le lleva a mantener el objetivo anterior a las graves lesiones de rodilla: ser la mejor jugadora de la historia. Y aunque ha vuelto a colocarse entre las mejores (ya es cuarta en el ranking), la aspiración pasa por volver a ser número uno y colgarse su segunda medalla de oro olímpica. El 2023 ha empezado con unos cuartos de final en Malasia, pero recuperando sensaciones. Poco a poco.
Lydia Valentín. Una de las grandes leyendas del deporte femenino español no levanta cabeza desde 2021, cuando tuvo que cambiar de peso por normas de la Federación Internacional, algo que afectó a su salud. De los Juegos de Tokio se marchó envuelta en lágrimas y con serios problemas de cadera. La nube de la retirada ya flota en su cabeza, pero no se rinde. En 2022 apenas compitió para recuperarse y hace poco aseguró que se encontraba cada vez mejor. Sabe que solo al cien por cien podrá pelear por añadir más metales a su extensa colección en Europeos y Mundiales.
Marc Márquez. El piloto de Cervera ha sufrido un auténtico calvario en los últimos tiempos por culpa de las lesiones. En el hombro, en el brazo, su episodio de diplopía… Pese a todo acabó disputando 11 carreras en el Mundial, sin lograr ninguna victoria (primera vez desde su llegada a la MotoGP) y subiendo una vez al podio. Acabó 12º en la clasificación general, donde nunca había bajado del tercer puesto. En las últimas carreras del año empezó a recuperar sensaciones, y parece totalmente recuperado y listo para luchar en este 2023 por su noveno título de campeón del mundo, el séptimo en la categoría reina.
Mireia Belmonte. La nadadora más laureada de la historia de nuestro país vivió un 2022 atípico. Tras los Juegos de Tokio (a los que llegó mermada por su lesión en los hombros) dejó de competir, y no reapareció en una gran cita hasta los campeonatos de Europa en Roma el pasado mes de agosto, donde no pudo alcanzar ninguna final. La de Badalona cambió de entrenador y tuvo que adaptarse a sus nuevos métodos. En 2023 solo tiene en la cabeza los Mundiales de Japón, que se celebran en el mes de julio, y donde espera recuperar una versión que le acerque a la mínima para disputar sus quintos Juegos, en París 2024.
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