El presidente Maurizio Zamparini es un hombre peculiar. Los aficionados del Palermo y los amantes del fútbol italiano han aprendido a conocerlo en sus 14 años al timón del equipo rosanero. Han sido 34 los cambios de entrenadores en este periodo, con el absurdo recórd de 7 técnicos diferentes que han llegado a sentarse este año en el banquillo del “Renzo Barbera”.
En esta desgraciada temporada del Palermo, Zamparini no se ha ahorrado golpes de efectos espectaculares como la destitución de dos entrenadores diferentes después de dos victorias del equipo (Beppe Iachini después de Palermo 1-0 Chievo de la 12ª jornada y Davide Ballardini tras Hellas Verona 0-1 Palermo de la 19ª).
Si todo esto no fuera suficiente, en el último fin de semana de Serie A tomó forma otra increible historia para el Palermo y, sobre todo, para su presidente. Una vendetta familiar en toda regla con dos hermanos como protagonistas: Luca y Nicola Rigoni, los dos centrocampistas y los dos capaces de marcar para sus equipos este domingo.
Luca Rigoni es el mayor de los dos y juega en el Genoa, pero empezó la temporada a Palermo siendo un jugador importante por el cuadro siciliano hasta el momento en el que, después de la derrota en campeonato contra la Juventus del pasado 29 de noviembre, Zamparini habló de él en una entrevista definiéndolo literalmente como un jugador ya suficientemente ‘viejo’. El bueno de Rigoni, con sus 31 años de vejez, no se lo tomó muy bien, como manifestó en sus redes sociales el día después de las declaraciones de su presidente. Inevitablemente, algo se rompió y tres días más tarde, después de la eliminación del Palermo en Coppa Italia contra el Alessandria, equipo de tercera división, Zamparini decidió apartar del primer equipo a algunos jugadores, entre ellos Rigoni.
El jugador siguió entrenándose en las instalaciones de Boccadifalco hasta cuando, llegado el mes de enero y con algunas ofertas sobre la mesa, terminó encontrando con facilidad un nuevo equipo dispuesto a devolverlo a los campos de juego. El Genoa de Gian Piero Gasperini.
Zamparini lo regaló al Grifone por 500 mil euros y Rigoni inmediatamente se convirtió en un jugador importante para su nuevo equipo. De hecho, ya el 17 de enero es titular y protagonista en el partido que el Genoa ganó por 4-0…¡contra el Palermo!
¿Venganza consumada? Bueno, se podría pensar que sí. Si no fuese que siempre ayer el hermano Nicola, de 6 años más joven, también ha coronado la jornada con un gol.
Un gol decisivo para la victoria de su Chievo por 3-1 y, como buen hermano, un gol contra el Palermo. Además no fue un gol cualquiera, si no que un gol que complica tremendamente la situación de los rosanero, terceros por la cola en zona de descenso cuando sólo quedan siete partidos por jugar y con el espectro de la Serie B que parece ser cada fin de semana más cerca.
Un domingo horrible para el Palermo, pero maravilloso para los hermanos Rigoni que, por primera vez en sus carreras, pudieron celebrar un gol cada uno en la misma jornada de la Serie A, y quizás algo aún más importante para ellos.